La dirección de Nissan ha planteado a los sindicatos su propuesta general para garantizar el futuro de la planta de Barcelona. La multinacional pretende reducir la plantilla en unos 500 empleados de los 3.100 que hay ahora. La intención de la empresa es llevar a cabo 400 prejubilaciones de empleados con 55 años o más y 100 bajas voluntarias que también afectarán las plantas satélites de componentes de Montcaida i Reixac y El Prat.
Las negociaciones empezarán formalmente la semana que viene, aunque la compañía ya ha avanzado las líneas generales del plan a las direcciones de los sindicatos. El principal grupo de los 500 empleados que pueden dejar la compañía serán trabajadores que irán dejando la planta hasta marzo de 2020 a medida que vayan cumpliendo una edad mínima de 55 años. Sus puestos, unos 400, no serán cubiertos por nuevos empleados contratados, según han explicado fuentes sindicales.
La planta barcelonesa ya llevó a cabo el verano pasado un plan de 103 prejubilaciones y bajas incentivadas en un primer intento de afrontar la caída de la producción. Pero desde entonces, el volumen de fabricación ha seguido bajando y a partir de abril caerá hasta el 32% de la capacidad máxima, que es de unos 200.000 vehículos al año.
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El resto del ajuste de plantilla se efectuará con unas 100 bajas incentivadas. La compañía ha conseguido el visto bueno de la dirección mundial de Nissan al plan, que supondrá un elevado coste en indemnizaciones que fuentes sindicales sitúan alrededor de 150 millones de euros. La empresa quiere tener un horizonte de estabilidad laboral hasta marzo de 2022 con la firma de un convenio colectivo por cuatro años, de 2018 a 2022. El convenio incluirá subidas salariales ligeramente por encima del IPC, aunque ese puede ser uno de los principales puntos de negociación ya que la empresa pretende que una parte del incremento no se consolide en las tablas salariales. Otro caballo de batalla serán las condiciones de los que se irán.
Inversión de 70 millones en Nissan
Además del coste de las indemnizaciones, Nissan prevé invertir más de 70 millones en renovar la nave de pintura para adaptarla a la nueva normativa medioambiental, con lo cual reforzará su apuesta por la planta de cara al futuro. En conjunto, el plan para evitar el cierre de la fábrica de Nissan de Barcelona le costará a la multinacional alrededor de 220 millones de euros.
La principal pega que ven los sindicatos al plan de Nissan en Barcelona es la falta de asignación de un nuevo modelo o de más producción para superar el bache actual en Nissan Barcelona. Al mismo tiempo, los sindicatos quieren garantías para los 2.600 empleados que seguirán en la factoría de Nissan de la Zona Franca de Barcelona ante la falta de producción adicional en el horizonte.
El responsable de producción de la alianza Renault Nissan, José Vicente de los Mozos, aseguró a principio de marzo que primero había que llegar a un acuerdo de competitividad antes de mayo. De los Mozos y el presidente de Nissan Europa, Gianluca de Ficchy, acudirán el martes a la planta para explicar el plan al comité y a la prensa.