El nuevo Pacto Nacional por la Industria firmado por la Generalitat y los agentes sociales de Cataluña ha situado la automoción y la movilidad sostenible entre los ejes que guiarán unas inversiones globales que pueden llegar a 3.270 millones hasta el año 2025. Después del paréntesis de la pandemia y del parón del provocado también en el diálogo social, la comunidad retoma la tradición de acuerdos para impulsar la industria, un sector que representa el 15% de la economía catalana.   

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El objetivo compartido entre la Generalitat, los sindicatos CCOO y UGT y las patronales Foment del Treball y Pimec es que este sector aporte el 22% del PIB catalán en 2025 y el 25% en 2030, lo que supone un importante avance en relación con el 20,3% que supone en la actualidad. 

La mejora de la actividad permitirá crear empleo industrial de calidad hasta alcanzar 510.000 empleados afiliados a la Seguridad Social e incrementar las exportaciones industriales hasta los 90.000 millones de euros y el número de empresas que exportan regularmente hasta las 18.500. Otros objetivos del plan son incrementar la productividad aparente del trabajo en la industria un 3% anual; producir de forma más sostenible; aumentar el grado de electrificación de la industria hasta el 42,4%, y cuantificar el presupuesto de la Generalitat en innovación industrial.

Principales inversiones

De los 3.270 millones previstos en el plan, hay 2.817 millones garantizados hasta 2025, ya que el resto depende de la asignación de fondos europeos. Precisamente, los nuevos fondos europeos puestos en marcha tras el golpe que supuso la pandemia explican en buena parte el aumento en un 77% de los recursos en relación con el anterior plan industrial catalán de 2017 a 2020, dotado con 1.844 millones. Está previsto que se ejecuten 942,46 millones este año, 793,26 millones en 2023, unos 758,84 millones en 2024 y 708,59 millones en 2025.

El Plan Nacional por la Industria de Cataluña se estructura en cinco ámbitos temáticos: Sostenibilidad, energía y economía circular, con 27 actuaciones; Digitalización, Industria 4.0, innovación e internacionalización, con 36 actuaciones; Empleo de calidad, condiciones de trabajo y formación, con 39 acciones; Infraestructuras y suelo industrial, con 38 proyectos; y Financiación y dimensión industrial, con 12 actuaciones.

Hasta ahora se han iniciado tres proyectos de urgencia: la Oficina de Transformación de la Industria de la Movilidad y la Automoción (poco después de la constatación del cierre de las fábricas catalanas de Nissan), la capitalización de un fondo para inversiones industriales estratégicas y el código de buenas prácticas para ordenar y mejorar los procesos de reindustrialización.

Valle del hidrógeno

El ámbito que cuenta con un mayor presupuesto es el de Digitalización, con una partida total de 901,2 millones de euros; seguido del de Empleo, con 677,5 millones; el de Sostenibilidad, con 589,5 millones; el de Infraestructuras, con 548,6, y el de Financiación, con 100,6 millones.

En el marco de la sostenibilidad, destacan los 20 millones de euros previstos para el Valle del Hidrógeno y el plan de impulso de energías renovables, con 60 millones, para disponer de 5.000 MW adicionales de generación de energía eléctrica eólica y 6.700 MW de energía solar fotovoltaica en 2030.

En el segundo ámbito, una de las inversiones más elevada son los 103 millones de euros para atraer nuevos elementos de la cadena de valor de empresas industriales considerados estratégicos para su competitividad futura, en los que se pone énfasis en la movilidad sostenible junto a las ciencias de la vida y la alimentación del futuro. 

En el caso del ámbito de Empleo, el pacto contempla 42,7 millones para acciones de formación no formal de cualificación y recualificación de la población activa y otros 39 millones para la Formación Profesional Ocupacional Dual.

Más industria

En Infraestructuras, el PNI incluye una partida de 233 millones de euros para impulsa la connectividad de alta capacidad en zonas de actividad económica, 30 millones para la terminal multimodal autopista ferroviaria en el Puerto de Barcelona, y 21,9 millones para suelo industrial para sectores de alta demanda.

"Cataluña será industrial o no será", ha subrayado Aragonès, que ha destacado el amplio apoyo de todos los actores de Cataluña a esta hoja de ruta y ha asegurado que la industria debe ser también el "motor social" del país.

"Queremos que este pacto sirva para crear bienestar, y la apuesta por la industria es un elemento clave", aseguró el presidente catalán, Pere Aragonès, en la presentación del acuerdo. El 'conseller' de Empresa de la Generalitat, Roger Torrent, ha subrayado que este pacto va "mucho más allá de una declaración de intenciones", ya que incluye acciones concretas para lograr el objetivo de que el sector llegue al 22% del PIB en 2025.

"Necesitamos recuperar peso industrial", destacó Roger Torrent, que añadió que "es un sector que estira del conjunto de la economía, que empuja a otros sectores productivos y ofrece empleo más estable y de mayor calidad, con mejores salarios". “La industria es ascensor social y cohesión. Y vertebra el territorio”, afirmó.