Mercedes-Benz ha decidido poner fin a casi 14 años de colaboración con Renault y abandonar el segmento de las furgonetas ligeras para centrarse en las medianas y grandes. La Mercedes Citan y su versión turismo, Clase T, se dejarán de fabricar en la factoría de Renault en Maubeuge (Francia) en mayo de 2026, pero hasta entonces se seguirá comercializando y empresa alemana se compromete a mantener en su catálogo todo tipo de repuestos y accesorios durante 10 años, y hasta 15 años las piezas de elementos de movilidad, fundamentalmente de la cadena cinemática. Hasta entonces el Citan sigue siendo el Mercedes-Benz más asequible, desde unos 26.000 euros.
Mercedes ha justificado esta decisión con el objetivo de centrar sus inversiones en “segmentos de crecimientos rentables” y por lo tanto “centrarse en los furgones medianos y grandes”, en referencia al grande Sprinter, que se fabrica en Dusseldorf (Alemania), Argentina y Charleston (Estados Unidos), y el mediano Vito, que tiene versiones de pasajeros como Clase V y camper como Marco Polo y que se produce en España, en Vitora.
Nuevo Mercedes Clase T / A.M.
Ventas reducidas, excepto en España
Lo cierto es que Mercedes parece no tener éxito comercial con los furgones pequeños en los grandes mercados del centro de Europa, aunque la Citan sí ha triunfado en Italia, Francia o España. El pasado año Mercedes-Banz vendió 23.400 unidades del Citan y 5.100 del Clase T, incluso con versiones 100% eléctricas. En España las ventas el asado año superaron las 3.000 unidades, 1.897 del Citan y el eCitan y 690 del Clase T y el EQT.
Este había sido el segundo intento de Mercedes de asaltar el segmento de las furgonetas. El primeo se remonta a 2001 cundo con el Vaneo, derivado del Clase A de entonces jugaba entre el comercial y el turismo. El alto precio, algunos problemas técnicos y la escasa rentabilidad lo hicieron desaparecer en tres años.
En 2012 volvió al segmento a través de una colaboración con Renault. En ese momento, la marca alemana buscaba completar por abajo su gama de comerciales y la mejor solución fue hacer una versión propia de la Renault Kangoo. La ventaja era que el Renault no hacia este modelo para ninguna marca, ni siquiera para su socio de alianza Nissan, y era uno de los de más alta calidad en el segmento. Ese año el Kangoo estaba ya en su segunda generación, pero la adaptación para hacer un Mercedes fue relativamente fácil dentro de un acuerdo más amplio entre franceses y alemanes que incluía motores diésel y plataformas para modelos pequeños.
Participación en el modelo derivado de Renault
Los resultados no fueron malos con 200.000 unidades de la Citan en vendidas en nueve años y 26.000 en 2018, el mejor ejercicio. Por eso se renovó el acuerdo. Cuando se lanzó la siguiente generación, en 2021, Mercedes-Benz participó ya desde el inicio en el proyecto, tanto en el diseño interior y exterior como en la seguridad o el confort de marcha. Por eso, aunque ambos modelos, Kangoo y Citan, se han seguido fabricando en la misma línea de montaje de la planta francesa de Maubeuge, cerca de la frontera con Bélgica, son más diferentes que nunca.
La decisión de Mercedes de abandonar el segmento de las furgonetas pequeñas recuerda lo sucedido con el intento del grupo alemán de entrar en el mercado de las pickups de la mano de un acuerdo de colaboración con Nissan. La marca japonesa fabricó en la planta de Barcelona durante unos años, hasta 2020, el modelo Mercedes Clase X, una versión para el grupo alemán de la camioneta Nissan Navara.