Unos días después de que se publicara la noticia de que Luca de Meo era el candidato mejor situado para dirigir Renault, Herbert Diess, presidente de Volkswagen, viajó a Barcelona. Frente a la sede de la filial comercial del grupo en España (Vaesa), situada en El Prat, Diess se hizo una foto en la que coge del brazo a Luca de Meo y se aferra a él con fuerza. Tanto Diess como De Meo sonríen ante otros directivos que hicieron la foto, que circula en la compañía a modo de despedida del presidente de Seat, que renunció al cargo el 7 de enero.
En el momento en el que se hizo esta foto, De Meo y Diess todavía estaban negociando los términos de una posible marcha del directivo italiano a Renault. El adiós de Luca de Meo ha generado una oleada de reacciones unánimes valorando la labor del ejecutivo como una de las mejores, por no decir la mejor, de las que han hecho los presidentes de Seat. Unas semanas antes de anunciar que dejaba la presidencia de Seat, De Meo sonreía y pasaba de pantalla cuando se le preguntaba sobre el nombramiento como consejero delegado de Renault.
Probablemente, todavía no tenía claro si iba o no a París, algo que se clarificó hace unos días. Diess no pudo agarrar más el brazo de su directivo que ha ganado más reputación en los últimos años, pero ahora quiere garantizar que los secretos de Estado que guarda en su cabeza el expresidente de Seat no acaben sobre la mesa del consejo de administración de Renault. "En juego hay información muy sensible como la hoja de ruta de los lanzamientos de los futuros modelos eléctricos del grupo Volkswagen", indican fuentes del sector de automoción.
El sentido de Seat
De Meo ha puesto en marcha la exitosa estrategia hacia los SUV esbozada por Jürgen Stackmann, actual responsable de ventas de la marca Volkswagen, y ha dado pasos de gigante para situar a Seat en la nueva movilidad. Eso ha sido posible gracias a la autonomía que se ha ganado Seat con unos beneficios récord que han dejado atrás los años, no muy lejanos, en los que el presidente de turno de Seat pasaba vergüenza cuando la cúpula del grupo alemán afeaba que fuera el farolillo rojo con unas abultadas pérdidas. Ahora, todos los colegas de De Meo querían codearse con él, el directo al alza en el grupo Volkswagen.
Los sindicatos han lamentado la marcha de De Deo por su buena gestión y por el temor a que Volkswagen vuelva a las andadas enviando a Seat otro presidente fugaz como final de su carrera. Pero también admiten que es un tipo que se ha hecho popular entre la plantilla, que hasta ahora veía a los presidentes como unos ejecutivos alejados de la fábrica de Martorell, a la que iban a tiempo parcial.
"Con de Meo Seat ha ido encadenando récords de ventas, producción y resultados. Pero sobre todo Luca ha sido capaz de dotar a Seat de un sentido, algo que durante muchos años carecía", indica José Antonio Bueno, analista de YGroup Companies, en un artículo publicado en Crónica Global.
Conejillo de indias del coche eléctrico
De Meo pisaba las oficinas, la fábrica y vivía Seat. Durante semanas, fue el conejillo de indias en los trabajos de preparación del modelo Mii eléctrico, que utilizaba en sus desplazamientos personales para ir de casa a la oficina. Además de Seat, sus pasiones incluyen también el pádel. Dicen los que lo han vito jugar o los que han compartido cancha con él que tiene un nivel alto. El pádel ha entrado también en la fábrica de Martorell, con la celebración de un torneo con una pista dentro de las instalaciones, y con un aucuerdo con el el campeón Fernando Belasteguín como embajador de la nueva marca Cupra.
Al directivo italiano le van los retos, aunque el de Renault es de primer orden. Cuando llegue al cuartel general de la marca francesa, se encontrará con una empresa sin liderazgo en plena purga de la etapa de Carlos Ghosn, el prófugo en modo 'fast and furious' contra la justicia japonesa, Nissan y Renault. Por si eso fuera poco, la participada Nissan está sumida en la crisis de resultados y de reconsideración de su papel en la alianza con Renautl. Pero De Meo cuenta a su favor con una amplia experiencia en grupos automovilísticos 'nacionales' con la Administración como accionista o como tutora en Fiat y Volkswagen. En Renault, De Meo tendrá que vencer numerosas inercias y 'reportar' con el presidente de la República francesa para trasladar el impulso que quiere el consejo de administración.