El Gobierno italiano de Giorgia Meloni está dispuesto a hacer lo que sea para atraer nuevas inversiones del sector del automóvil a su país, incluso confiscar viejas marcas en desuso. Desde la fusión de FCA y PSA para crear Stellantis, los italianos aseguran estar discriminados frente a los franceses.
Ahora el ministerio de empresas y del Made in Italy estudia aprovechar antiguas marcas de automóviles italianas, actualmente sin uso comercial, para atraer inversores extranjeros. El periódico económico italiano Il Sole 24 hore habla ya en concreto de Autobianchi, creada en 1955 y que en 1967 fue adquirida por Fiat, e Innocenti, la marca que fabricó el Mini en Italia y que, tras pasar por muchos inversores, entre ellos De Tomaso, en 2017 anunció su último proyecto para su regreso que nunca terminó de concretarse.
Autobianchi e Innocenti
Para realizar la operación el Gobierno italiano se apoya en la ley del ‘Made in Italy’ que ya obligó a Alfa Romeo a cambiar el nombre de su último modelo porque no se fabricaba en Italia, el Junior era el modelo anteriormente conocido como Milano. Esa ley permite también al Estado, según el diario económico, confiscar una marca nacional abandonada desde hace más de cinco años y tras haber hecho la correspondiente solicitud a la Oficina de Patentes. Los últimos Autobianchi se produjeron en 1995, los Innocenti en 1997. El ministro de Empresas y del Made in Italy, Adolfo Urso, es el promotor de esta operación y el que ha encabezado la batalla de Italia contra Stellantis con el objetivo de aumentar la producción.
La operación no sería nueva en Europa. En 2005 la compañía China SAIC compró la quebrada MG Rover, la empresa británica que habría creado el Mini. El pasado año MG fue líder del mercado español algunos meses. El problema es que una de ellas es propiedad de Stellantis.
Desde el pasado verano el Gobierno de Giorgia Meloni ha mantenido una controversia con el grupo Stellantis que ha ido escalando durante este tiempo. Acusa al grupo dirigido por Carlos Tavares de perjudicar a las fábricas italianas en beneficio de las francesas o de otros países. "Italia es el único país europeo que solo tiene un fabricante de automóviles, a diferencia de países como Alemania, Polonia, Eslovaquia o Francia", se lamentaba hace unas semanas Urso, y parece estar tomando medidas para solventarlo rápidamente.
Descenso de la producción
La amenaza china en Italia inquieta en la sede de Stellantis y Tavares no tardó en responder señalando que la amenaza de un fabricante chino en Italia, con precios más bajos, pone en riesgo el mercado y las fábricas del país.
La queja de los políticos italianos puede tener fundamento. Desde 2004, es decir en los últimos 20 años, la producción de automóviles ha caído un 23% en Italia. Pero solo es un dato que confirma la decadencia de la industria europea. En el mismo periodo, en Francia la producción bajó un 59%, un 26% en Alemania, un 44% en Gran Bretaña y, en España, un 18,6%, según datos de la Organización Interacional de Fabricantes (OICA).