El mensaje lanzado por el presidente de Nissan Europa, Gianluca de Ficchy, de que el cierre de la fábrica de Barcelona se debe a que es "inviable" ha recibido una respuesta contundente por parte del Gobierno español. El secretario general de Industria, Raül Blanco, ha calficado de "desfachatez" las manifestaciones del directivo de la multinacional japonesa, a la que acusa de haber provocado la muerte de la factoría que ahora presenta como inevitable.
Durante su intervención en la presentación 'online' en Casa Seat del sondeo Auto Mobility Trends de Coche Global e YGroup, el responable de Industria del Ejecutivo ha indicado que, en el conjunto del sector, "hay que tener muy en cuenta la situación de Nissan. Una planta en la que no ha invertido en 10 años podía llegar a la situación que ha llegado".
"Me parece una desfachatez calificar de inviable la planta de Nissan de Barcelona cuando han sido ellos (la empresa y sus directivos) los que la han dejado al 20% de capacidad", ha asegurado Raül Blanco con evidente indignación.
Interlocución con Japón
"Seguimos batallando en Nissan, tenemos una actividad conjunta y continua con el resto de administraciones, la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona, para defender la continuidad de la planta, aunque es muy difícil", ha añadido el secretario general de Industria. "En una compañía que ha tenido tantos bandazos en los últimos años no renunciamos a esa continuidad y seguimos en la exigencia que nos den explicaciones y de trabajar directamente con la matriz en Japón para valorar la situación, dado que el impacto, como muestra la preocupación de los trabajadores con sus movilizaciones, es muy grande. El impacto no solo son los 3.000 empleos directos, sino los puestos potenciales que se pierden porque Nissan había llegado a tener 10.000 trabajadores y son los 30.000 trabajadores del cluster de proveedores en Cataluña y el resto de España", ha advertido.
La marcha de Nissa de la Zona Franca "afecta al corazón industrial de Barcelona", según Blanco, que ha subrayado que "de cómo lo hagamos para atraer actividad industrial y para decirle a Nissan que siga apostando dependerá el futuro de ese corazón industrial de Barcelona".
Riesgo de contagio
A su juicio, no hay peligro de contagio a otras fábricas del anuncio de cierre de la planta de Nissan de la Zona Franca de Barcelona porque "es un caso individual y de un comportamiento empresarial que hay que tener en cuenta". "Estamos en un momento -ha indicado- muy complicado del sector, en el cual se suma esta crisis actual pero veníamos de bajas rentabilidades con requerimientos de máxima inversión para todas las transformaciones como la del coche autónomo, digitalización, vehículos de bajas emisiones, etcétera y eso hará que veamos tensiones en el sector en los próximos meses. Nuestro objetivo es mantener ese milagro de ser el segundo país fabricante en Europa sin tener centros de decisión".
La clave para mantener ese milagro es, según Raül Blanco, que "se mantenga la productividad del sector y de las plantas". "Esa es la base. Hemos visto noticias y amenazas de relocalización pero en otras marcas no han tomado decisiones en contra de España porque aquí tienen las fábricas más productivas de sus grupos. Hay que mantener esa ventaja con un equilibrio tremendamente fino donde entran medidas laborales, de inversión y de I+D. Tenemos que estar ahí", ha concluido el secretario general de Industria.