Los 3.000 empleados de la fábrica de Nissan de la Zona Franca de Barcelona llevan dos días con una nueva amenaza sobre ellos. Quieren saber si, después de acordar un plan con 600 extinciones de contratos, resultarán afectados por el plan de 12.500 despidos anunciados hoy por el consejero delegado de Nissan, Hiroto Saikawa. De momento, siguen en una situación de incertidumbre ante la falta de información por parte de la dirección de Nissan Motor Ibérica.
En la reunión mantenida este jueves a petición del comité de empresa, los representantes de Nissan han admitido que no tienen información adicional sobre las fábricas en las que la cúpula de la multinacional quiere aplicar los nuevos despidos. La empresa se ha limitado a explicar de nuevo lo que unas horas antes había anunciado Saikawa: el recorte de plantilla de 12.500 trabajadores se llevará a cabo en dos fases, una con 6.400 despidos que ya está en marcha y otra adicional con 6.100 estinciones hasta marzo de 2023.
Recorte en marcha
De hecho, tal y como ha asegurado Saikawa en respuesta a preguntas de los periodistas presentes en la rueda de prensa celebrada en la sede central de Yokohama, el recorte de plantilla en España forma parte ya de los 6.500 despidos que ya están en marcha. Pero no ha dicho nada sobre si las plantas de Barcelona, Montcada, Sant Andreu, Ávila y Cantabria resultarán afectadas por los nuevos recortes en respuesta a un desplome del beneficio del 94%.
Eso sí, el directivo de Nissan ha señalado que las fábricas que generan pérdidas serán un "objetivo prioritario" del recorte y que el plan afectará a las plantas de fuera de Japón. Al mismo tiempo, se ha marcado como objetivo reducir su capacidad de producción en un 10% y aumentar la utilización de sus líneas de ensamblaje hasta el 86%, una cifra muy alejada del 30% de Barcelona por la pérdida o el pinchazo comercial de varios modelos.
Nuevo modelo
"La solución para el bajo porcentaje de utilización de la capacidad de producción en Barcelona es lo que pedimos los sindicatos, que Nissan asigne un modelo nuevo a la planta", ha indicado Jordi Carmona, responsable de automoción de UGT.
En el caso de que Barcelona resultara nuevamente afectada por el recorte de plantilla adicional, resultaría imposible llevar a cabo prejubilaciones hasta dentro de unos dos años, según fuentes sindicales, debido a que con el plan actual saldrán los operarios a partir de 53 años y personal de oficina a partir de 55 años de edad.