Finalmente, el Brexit no ha sido tan traumático para industria de automoción como se temía. La firma de un acuerdo sobre la salida del Reino Unido de la Unión Europea ha permitido incluso atraer nuevas inversiones, aunque también ha habido víctimas. La fábrica de Honda en Inglaterra ha parado sus líneas de montaje en Inglaterra a final de julio y ha iniciado las tareas de desmontaje y venta de la maquinaria.
La factoría de Honda en la localidad británica de Swindon era una de las más grandes del país, y estaba especializada en el modelo Civic, el más popular de la marca japonesa en Europa. Pero en 2019, cuando las negociaciones de Brexit estaban en uno de sus peores momentos, Honda anunció su decisión de cerrar alegando que no le compensaba tener una factoría con 3.000 trabajadores para el mercado europeo, que no es una de sus prioridades.
3.000 trabajadores afectados
Esos 3.000 trabajadores están ya formalmente en el paro desde este mes de agosto con unas indemnizaciones que los sindicatos califican de elevadas para lo que es habitual en el Reino Unido y que suponen el pago de alrededor de 45 días de sueldo por año trabajado.
Aunque hubo protestas en un primer momento, el cierre de la planta de Honda en Swindon ha estado envuelto en una aureola de nostalgia más que de conflicto laboral. Algunos trabajadores afectados por el repliegue industrial de Honda llevaban en activo en las instalaciones de Swindon desde 1979, cuando la multinacional japonesa empezó a producir sus modelos en el Reino Unido tras su entrada en la Unión Europea.
Durante sus 35 años de historia, Honda ha ensamblado en Swindon 3,7 millones de vehículos de los modelos Accord, Jazz, CR-V y el Civic.
Desmantelamiento y reindustrialización
Tras la marcha de Honda, la compañía Gordon Brothers llevará a cabo la venta de la maquinaria y del equipamiento durante un periodo de 18 meses. En la primavera de 2022, el desarrollador europeo de instalaciones industriales y logísticas Panattoni se hará cargo de la antigua fábrica con el proyecto de invertir unos 820 millones de euros en su remodelación.
El cierre ya consumado de Honda en Inglaterra contrasta con el anuncio y la negociación de nuevos proyectos de inversión de Nissan, Stellantis y la norteamericana Rivian, que quiere abrir una factoría para sus vehículos eléctricos para la que se postulaba también Barcelona con la planta de Nissan. Todos estos proyectos encajan en un 'dumping' industrial del Reino Unido al beneficiarse de la ausencia de aranceles para exportar a la UE y recibir importantes subvenciones por parte del Gobierno británico.