La dimisión de Wayne Griffiths como presidente de Anfac ha tenido ya la primera reacción por pate del Gobierno, que fue precisamente el blanco de las críticas del directivo. El ministro de Industria, Jordi Hereu, considera que la decisión anunciada por Griffiths es “un toque de atención que tenemos que tener presente”.


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Sin embargo, Hereu también apunta a que los problemas de la movildiad eléctrica en España se centran, tal como decía Wayne Griffiths, en el impulso a las ventas de coches y a la instalación de puntos de carga, dos materias que dependen del Ministerio de Transición Ecológica que dirige Teresa Ribera hasta que asuma su nueva responsabilidad como eurodiputada y, posiblemente, como comisaria de la Comisión Europea. 

Jordi Hereu se ha mostrado de acuerdo con los dos puntos que Griffiths ha identificado como las grandes asignaturas pendientes, la necesidad de mejorar la red de recarga e impulsar nuevos incentivos “que sean más claros de cara al consumidor”. En todo caso, el ministro de Industria ha asegurado que el Ejecutivo ya está trabajando en buscar soluciones a esos problemas.

Decepción con Sánchez y Ribera

El Gobierno está invirtiendo "no centenares, sino miles de millones de euros”, ha afirmado Jordi Hereu en relación con el impulso a la electromovilidad, y ha recordado el esfuerzo realizado con las convocatorias del PERTE VEC dirigido a promover la “gran transformación de las cadenas productivas de la automoción”. 

Precisamente, el PERTE fue elogiado por Griffiths en la carta de dimisión que hizo pública en la asamblea de la Asocaición de Fabricantes de Vehículos, y centró sus críticas en la falta de políticas eficaces para impulsar la demanda. Hasta el punto de mostrase "decepcionado" por la "inacción" del Gobierno tras las promesas incumplidas de Pedro Sánchez de reformar el plan Moves.  

Críticas del PP

El proceso de electrificación de la movilidad y de la industria "es un proceso irreversible”, aunque no será ni corto ni fácil, según Jordi Hereu. El titular de Industria espera seguir contando con "el impulso, con la ilusión, con la energía de Wayne Griffiths” desde su posición de CEO de Seat y Cupra.

El responsable de Economía del PP, Juan Bravo, ha atribuido la dimisión de Griffiths a "la falta de respaldo del Gobierno al sector" y al "incumplimiento de los compromisos adquiridos" por el presidente Pedro Sánchez con la industria del motor. El partido de la oposición ha denunciado "la falta de compromiso y la incapacidad del Gobierno" para desarrollar y poner en marcha una política industrial para ayudar al sector de la fabricación de vehículos españoles, que es el segundo productor de Europa.