La dirección de Ford sigue firme en sus demandas a la plantilla de Valencia, e incluso las ha aumentado en la negociación para asignar nuevos modelos eléctricos a la fábrica de Almussafes. Además de recortar los salarios, Ford también quiere reducir las vacaciones en una semana, lo que se traduciría en una reducción de los costes y un aumento de la productividad. Esta petición se produce después de que Ford haya aceptado cumplir lo pactado y subir el sueldo un 7% en 2021 al revisar el incremento con la escalada del IPC.
En la undécima reunión en las negociaciones antes del plazo final del día 27 de enero para suscribir un acuerdo de electrificación que presentar a la multinacional, la dirección insistía a los sindicatos en ganar en competitividad con reducciones salariales y aumentos de jornada, que la parte social rechazaba. La empresa finalmente se comprometió este lunes a abonar el incremento del IPC de 2021, que se sitúa en el 7%, al salario de los trabajadores, de acuerdo a lo pactado en el convenio colectivo, pero advirtió que la "situación crítica" obligaba a aumentar el tiempo, según informaron fuentes sindicales.
La compañía considera que no es asumible que aún no haya una bolsa de horas o corredor de vacaciones, puesto que con total seguridad la carga de trabajo de los próximos años será baja y debe avanzarse en esa vía para ganar competitividad.
Lejos del acuerdo
El secretario del Comité de Empresa y portavoz de UGT, el sindicato mayoritario, José Luis Parra, ha señalado que por el momento este sindicato está "lejos" de apoyar las propuestas de la empresa, a la que insta a explorar alternativas sobre flexibilidad.
El portavoz del sindicato STM, Daniel Portillo, ha lamentado la falta de avances en la negociación: "Seguimos en las mismas. Por parte de la empresa, nos han vuelto explicar que necesitamos un acuerdo de máximos para ponernos en la foto, que vengan los proyectos, que seamos capacez de presentar a Ford, a Detroit, que somos competitivos". Pero STM --con el respaldo de una votación en la que han participado 1.300 trabajadores-- y el resto de sindicatos no aceptan estos postulados.
La factoría de Valencia se juega su futuro en una pugna con la factoría de Saarlouis (Alemania) por conseguir la asignación de nuevos modelos eléctricos que sustituyan a los actuales con motor de combustión interna o híbridos.