Después de sufrir unas abultadas pérdidas, Ford ha conseguido los primeros frutos de la reestructuración del negocio en Europa. La compañía logró un beneficio operativo de 57 millones de dólares (51,17 millones de euros) en el primer trimestre de 2019.
En el primer trimestre de 2018, Ford registró unas ganancias brutas de 119 millones de dólares gracias al lanzamiento de los modelos Fiesta y EcoSport y al tipo de cambio. En todo el año 2018, la multinacional sufrió unos números rojos de 398 millones de dólares (357 millones de euros). La mejora se ha producido con 391.000 vehículos vendidos y unos ingresos de 7.600 millones.
Menos costes estructurales
La vuelta a la rentabilidad de Ford en Europa se debió a los primeros efectos de los "esfuerzos de rediseño del negocio", que han permitido a la empresa reducir sus costes estructurales en los primeros meses de este ejercicio en comparación con las mismas fechas de 2018. La marca norteamericana perdió cuota de mercado en automóviles pero mejoró su liderazgo en la venta de vehículos comerciales.
A pesar de la mejora, el grueso de las medidas de reestructuración se están llevando a cabo este año con despidos anunciados en Alemania, Rusia, Francia y Reino Unido. La planta de Almussafes todavía está pendiente de conocer qué medidas de ajuste aplicará Ford.
La compañía ha comunicado un beneficio neto de 1.100 millones de dólares (987,80 millones de euros), un 40% inferior por el efecto de ingresos extraordinarios en 2018, y con una facturación de 40.300 millones de dólares. La bolsa reaccionó con una caída de más del 2% de las acciones de Ford, que al final de la sesión se moderó hasta un descenso del 1,78%. El mejor resultado de la marca corresponde al mercado de Norteamérica, donde obtuvo un beneficio operativo de 2.200 millones de dólares.