El temido y esperado recorte de plantilla de Ford en Europa ha comenzado ya. La compañía ha abierto el fuego en Alemania con el anuncio de la supresión de un turno de trabajo en el que hay 1.600 empleos.
Los primeros afectados por la reestructuración de Ford para afrontar las abultadas pérdidas acumuladas son trabajadores de la planta de Saarlouis, la segunda más importante de la multinacional en Europa después de la de Almussafes.
La empresa ha abierto “negociaciones formales” con el comité de empresa “con el objetivo de finalizar la producción del C-Max / Grand C-Max en Saarlouis”, según indicó en un comunicado. El monovolumen en sus dos versiones será la primera víctima de la revisión anunciada por Ford de los modelos que no son rentables. En este caso, el C-Max sufre la caída de ventas de todos los monovolúmenes arrastrados por la ola de los SUV.
Inversión en Valencia
La consecuencia es que la fábrica alemana pasará de tres turnos a dos al perder un modelo y seguir produciendo el Focus. La medida afectará unos 1.600 empleos de un una plantilla total de 6.190, según las estimaciones de la prensa alemana. El recorte de plantilla incluye el cese de contratos temporales y prejubilaciones.
Los trabajadores de Almussafes y del resto de factorías siguen esperando por ahora conocer más detalles de las medidas que quiere aplicar Ford. De momento, la planta valenciana sigue adelante con la inversión de 750 millones de euros para tener lista la nueva línea de montaje de la próxima generación del SUV Kuga.