Ford ha perdido la paciencia con los vehículos eléctricos y ha optado por sacar el hacha con el fin de recortar sus planes y buscar una rentabilidad que nunca ha tenido y que se aleja. Las medidas drásticas anunciadas por Ford incluyen la cancelación de un nuevo modelo eléctrico que tenía que empezar a producirse en 2025, lo que supondrá una abultada factura de hasta 1.500 millones de dólares en pérdidas. La medida sigue los pasos de la decisión de posponer sine die los vehículos eléctricos que tenía que fabricar en Valencia, que serán sustituidos por un SUV híbrido.


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La cancelación afecta a un SUV eléctrico con tres filas de asientos, que inicialmente debía producirse en la planta canadiense de Oakville en 2025 y que fue retrasado a 2027. La medida costará a la compañía 400 millones de dólares de forma inicial, aunque el director financiero de Ford, John Lawler, alertó que la cifra final puede situarse en los 1.500 millones de dólares.

Retrasos y cancelaciones de Ford

Adicionalmente, Ford retrasará a 2027 la producción de vehículos eléctricos en una planta que está todavía en construcción en Tennessee con una inversion de 5.600 millones de dólares y que tenía que iniciar la producción de una nueva generación de pickup eléctricas en 2025. En cambio, la nueva planta mantiene los planes de empezar a producir baterías en 2025.

La nueva hoja de ruta de Ford supone que en 2026 empezará la producción de una nueva furgoneta comercial eléctrica en la planta de montaje de Ohio y en 2027 la de dos nuevas pickup eléctricas. Uno de estos vehículos de tamaño medio será el primero de Ford que utilizará una nueva plataforma que ha sido desarrollada para reducir el coste. La segunda camioneta, conocida internamente como T3, aparecerá en la segunda mitad de 2027 aprovechando la experiencia de la actual F-150 Lightning.

El presidente y consejero delegado de Ford, Jim Farley, afirmó que estos cambios en la planificación son fruto de la experiencia de la compañía como "el segundo fabricante de vehículos eléctricos en Estados Unidos". "Estamos comprometidos a innovar en Estados Unidos, crear empleos y producir vehículos eléctricos e híbridos increíbles que realmente suponen una reducción de las emisiones de CO2", añadió Farley.

Pérdidas del negocio eléctrico

Ford asegura que el frenazo a sus planes es una decisión que pretende conseguir "un negocio de vehículos eléctricos rentable, eficiente en términos de capital y creciente" así como para que los consumidores tengan más opciones de automóviles con menores emisiones de CO2. La división de vehículos eléctricos de Ford arrastra unas abultadas pérdidas desde su creación.

"Estamos comprometidos a crear valor a largo plazo con el establecimiento de un negocio competitivo y rentable. Con la compresión de precios y márgenes hemos decidido ajustar nuestra hoja de ruta de productos y tecnologías así como nuestra dimensión industrial para cumplir el objetivo de alcanzar un ebit positivo en los 12 primeros meses del lanzamiento de todos nuestros nuevos modelos", aseguró Lawler.