La rectificación de Ford en la hoja de ruta hacia la electrificación, con el retraso de los vehículos eléctricos para Almussafes, ha llevado a la compañía a renunciar por segunda vez a las ayudas concedidas por el Ministerio de Industria en el PERTE. En esta ocadión, Ford ha comunicado que renuncia a 37,6 millones de euros, que se suman a otros 106 de la primera ocasión en que devolvió fondos del PERTE.


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En total, Ford ha renunciado ya a 143,6 millones de euros en ayudas del PERTE. En la primera vez, la renuncia se debió al retraso en la asignación de los nuevos modelos eléctricos que tenía previsto producir en la factoría de Valencia. En la segunda ocasión, el importe era más reducido porque servía para financiar un proyecto de menor envergadura, un taller de ensamblaje de los módulos de baterías para su colocación en los vehículos. 

La nueva renuncia se produce a pesar de que la fábrica de Ford de Almussafes también necesita baterías para la versión híbrida del modelo Kuga y que aumentará a partir de 2027 con el inicio de producción del nuevo modelo anunciado, que previsiblemente incluirá también una opción enchufable. Del nuevo modelo, Ford espera producir 300.000 unidades al año a partir de mediados de 2027. 

Colaboración con los gobiernos

La ayuda de 37,6 millones fue concedida en el marco de la línea del PERTE VEC 2 destinada a subvencionar las inversiones relacionadas con las baterías de los vehículos 100% eléctricos, por lo que los híbridos de Ford no pueden optar a las subvenciones.

"Los gobiernos nacional y regional han sido socios fundamentales para asegurar las nuevas inversiones de Ford en Valencia. Si bien hemos informado al Gobierno del desistimiento de nuestras solicitudes de ayudas al PERTE, en coherencia con el nuevo plan de producto para Europa, esperamos continuar nuestra colaboración con ambos gobiernos", argumenta Ford en la comunicación enviada.