'Startup' es la palabra de moda en el mundo empresarial y también entre los fabricantes de vehículos. En muchos casos, estas nuevas empresas actúan como ágiles gacelas que están ganando la partida de la innovación más rompedora. Por eso las centenarias marcas de coches flirtean o se casan con las 'startups' en busca de conocimiento y tecnología para la movilidad del futuro. Los ejemplos proliferan en los últimos meses. Volkswagen está incorporando a empresas innovadoras en sus nuevos centros de investigación y ha comprado Gett; Daimler se hizo con My Taxi; PSA se ha aliado con Vulog para su servicio de 'carsharing'. Todos los grupos automovilísticos se acercan o absorben empresas diminutas en comparación con su facturación pero que les superan en el diseño de los servicios de movilidad que amenazan el viejo sector del automóvil.
Cumbres con 'startups' amigas
Hasta hace poco, las marcas de coches solían organizar reuniones con sus equipos de proveedores y con sus concesionarios. Ese era su ecosistema básico. Pero ahora han añadido reuniones que empiezan a ser habituales con las 'startups' amigas que forman su nuevo ecosistema de futuro. El automóvil va camino de seguir los pasos del sector tecnológico, en el que los gigantes absorben a las pequeñas gacelas que corren más rápido. Para las emprendedores que han creado esas 'startups' atractivas, el interés que despiertan es una oportunidad para rentabilizar su esfuerzo, es decir, para dar un pelotazo. Por eso la línea que separa el flirteo y la boda es muy fina también para los fabricantes de vehículos.