La fábrica de Volkswagen de Navarra ha dado el sorpaso. Después de 34 años produciendo como único modelo el utilitario Polo, la factoría de Pamplona ha empezado a fabricar más SUV que utilitarios por primera vez. La fuerte demanda del nuevo todocamino Volkswagen T-Cross ha llevado a la factoria a contratar a 160 empleados para ampliar el volumen de producción, según ha explicado la compañía en la presentación de segundo modelo 'made in Navarra'.
Los 1.000 millones que ha invertido el grupo Volkswagen en la planta de Landaben para producir el nuevo Polo y el todocamino pequeño y urbano T-Cross se puede ver con claridad en las instalaciones. Una nueva nave alberga una línea de robots que se ha puesto en marcha para soldar los vehículos con un nivel de automatización de tareas de más del 90% del trabajo. Entre los pasillos que dejan libres los autómatasque se mueven con un frenesí sin cesar se encuentran un puñado de empleados que velan porque los robots trabajen en buenas condiciones.
La planta monoproducto de Volkswagen de 1984 a 2018 se ha convertido desde final del año pasado en una factoría con dos líneas de montaje para dos modelos. Además del Polo, la fábrica produce el T-Cross. En una de las línea solo se puede fabricar el modelo Polo y en la otra se pueden alternar el utilitario con el SUV.
Auge de los SUV
La marca alemana preveía un efecto de canibalización de las ventas de unidades del Polo por parte del T-Cross, aunque la realidad ha superado sus expectativas. De la previsión de llegar a un empate en el volumen de producción de los dos modelos se ha pasado a una realidad en la que se ensamblan 770 unidades al día del todocamino y 630 de Polo, según ha explicado la compañía. En total salen de la cadena de montaje de Volkswagen de Navarra 1.400 coches al día.
El 'boom' del T-Cross ha llevado a la dirección de la fábrica navarra a utilizar la flexibilidad prevista en el convenio colectivo para empezar a producir durante los fines de semana y para evitar los parones por las pausas durante la jornada laboral y por las vacaciones. Para aumentar la producción y cubrir ese tiempo extra de trabajo, Volkswagen ha contratado a 170 empleados de refuerzo.
Desde 2016, cuando se firmó el acuerdo para empezar a producir un segundo modelo, la plantilla de la factoría se ha incrementado desde los 4.382 empleados en 2016 a 4.877 en 2019.
Más gasolina que diésel
El sorpaso del SUV T-Cross sobre el Polo se ha conseguido en un momento en el que el peso de los todocaminos sigue escalando posiciones hasta llegar a un 47% del mercado español en un contexto de "decrecimiento del segmento de Polo", según ha explicado Laura Ros, directora de Volswagen España. "Hay una migración de clientes por la novedad y la versatilidad. Esperamos replicar lo que pasó con el Golf y T-Roc", ha asegurado.
Aunque el nuevo T-Cross tiene dos motorizaciones diésel, se trata de un modelo en el que Volkswagen apuesta claramente por la gasolina. "Es un coche de gasolina principalmente, pero nos gusta tener diésel para las empresas y aporta menores costes", ha indicado Ros.