La transición ecológica ha pillado a la industria de automoción europea fuera de juego en la producción de baterías para los coches eléctricos. En la actualidad, solo el 3% de este componente estratégico se produce en Europa, según ha alertado la Asociación Española de Proveedores de Automoción (Sernauto). Esa fuga industrial tiene más trascendencia debido a que las baterías suponen alrededor del 40% del valor añadido de los vehículos eléctricos.
El mercado mundial de baterías está centrado en Asia, en especial en China, que copa el 80% de la producción. Así, tan solo el 3% de las baterías se fabrica en los países europeos, según datos aportados por el director de Medio Ambiente de la Comisión Europea, Daniel Calleja. Sernauto ha destacado la necesidad de que la industria europea aspire a liderar la tecnología de baterías de próxima generación y espera que la Iniciativa Europea de Baterías, promovida por la Comisión Europea, así como las estrategias nacionales, apoyen este progreso.
La ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, ha indicado que España tiene que tener un papel "protagonista" en la Alianza Europea de las Baterías, ya que cuenta con los actores "relevantes" en toda la cadena de valor de la industria del automóvil.
Adaptación de los proveedores
Sernauto ha recordado que un coche medio tiene más de 30.000 piezas y el 75% de su valor final lo aporta la industria de componentes. "Todo el tejido industrial se enfrenta a grandes retos por el cambio de paradigma que está experimentando la movilidad", ha explicado, por lo que las compañías tienen que adaptarse.
Entre las "claves" para la electrificación de la industria automovilística española, Sernauto ha subrayado la necesidad de que los proveedores de componentes de vehículos "reaccionen a tiempo" para desarrollar capacidades nacionales y atraer más inversiones, a pesar de que en España ya se producen varios modelos eléctricos. Asimismo, la asociación ha reivindicado que los proveedores europeos deben tener acceso "seguro" a las materias primas y a los productos intermedios que necesitan, independientemente de su procedencia, para fabricar baterías y otros componentes.
El 'software', decisivo
"En el caso de las baterías de los coches eléctricos, China es el mayor suministrador de estos materiales, de él depende el 70% de las exportaciones mundiales. Brasil, Estados Unidos, Rusia o Sudáfrica cierran el círculo. El riesgo de concentración de la producción está asociado en muchos casos a la escasa posibilidad de sustitución y el poco nivel de reciclaje", ha lamentado Sernauto, que ha pedido a la Unión Europea apoyo para acceder a estos materiales.
La innovación y el paso a una industria automovilística en la que el software se convertirá en un factor "diferenciador" son otras de las llaves del nuevo paradigma, al igual que un apoyo público para conseguir lograr los objetivos de emisiones de dióxido de carbono (CO2). También ha recordado que el 10% del Producto Interior Bruto (PIB) español depende del automóvil, por lo que ha solicitado al Gobierno colaboración para definir el entorno "más adecuado".