El plan de apoyo a la automoción que ha puesto en marcha el Gobierno reconoce que el automóvil "es una de las actividades económicas industriales y comerciales más afectadas por la actual crisis sanitaria del coronavirus", por lo que plantea la necesidad de lograr una "reactivación rápida y duradera". Sin embargo, las ayudas pueden tener un efecto desigual en las fábricas de vehículos españolas en función de la gama de automóviles que producen.
Aunque el plan para rejuvenecer el parque automovilístico, con una edad media cercana a los 13 años, incluye ayudas a la compra de todo tipo de vehículos, pone el foco de forma clara en los eléctricos e híbridos, que pueden recibir una bonificación de hasta 5.500 euros frente a los 800 euros de los coches diésel y de gasolina. Pero, además, los requisitos que pone el plan a los coches de combustión para que puedan recibir una ayuda restringen de forma importante el universo de modelos y versiones que pueden optar a la subvención.
Los turismos de gasolina y de gasóleo, que concentran el 88% de las ventas en España, tienen que cumplir estas condiciones para tener derecho a la ayuda: tener la calificación de eficiencia energética A o B, unas emisiones máximas de 120 gramos de CO2 por kilómetro recorrido y un precio máximo de 35.000 euros. Eso hace que algunas fábricas españolas no tengan ningún vehículo de combustión que reúna esos requisitos y que en otras solo tengan algunas versiones con motorizaciones poco potentes.
Poco efecto directo en Martorell
Ese es el caso, por ejemplo, de la planta de Seat de Martorell, que cuenta con tres motorizaciones de gasolina de los modelos Arona, Ibiza y León y dos diésel del León que cumplen con esos requisitos, además de tres motorizaciones de gasolina y dos de gasóleo del Audi A1 que también se producen en la fábrica catalana.
El presidente del comité de empresa de Seat, Matías Carnero, destaca que aunque el plan es positivo en términos generales, en el caso de Seat tiene "poco efecto directo en la fábrica" teniendo en cuenta las limitaciones introducidas a los vehículos de combustión y al hecho de que la planta no produce por ahora ningún modelo eléctrico ni híbrido. El primero en llegar a la línea de producción será el Cupra Formentor en la recta final del ejercicio.
En la factoría de Volkswagen de Navarra sucede algo similar al no contar con la producción de ningún híbrido ni eléctrico. Según la base de datos de vehículos de Idae, los coches que produce Volkswagen Navarra y que pueden optar a las ayudas públicas son los modelos Polo y T-Cross con motor de gasolina 1.0 y 1.5 y de gasóleo 1.6.
Eléctricos e híbridos, ganadores
En el caso de la factoría de Ford de Valencia, el presidente del comité de empresa, Carlos Faubel, destaca que el plan está muy enfocado a impulsar la renovación del parque incentivando los vehículos eléctricos e híbridos que ya se fabrican en la planta de Almussafes y en otras del país. Entre los beneficiarios potenciales de Ford en Valencia se encuentran el Ford Mondeo híbrido y el nuevo Kuga híbrido enchufable. Además, cuenta con algunas motorizaciones de combustión que encajan en las condiciones de los planes de incentivos.
Las fábricas que producen vehículos electrificados son las más beneficiadas por un posible repunte de las ventas, aunque en un segmento de mercado muy limitado hasta ahora. La planta de Nissan de Barcelona tiene la furgoneta eléctrica e-NV200 en el universo de vehículos subvencionables, mientras que la 'pick up' Navara se queda fuera.
Algo similar sucede con la factoría de Mercedes de Vitoria, que cuenta como vehículos susceptibles de recibir ayudas las versiones eléctricas de los monovolúmenes Vito y Clase V pero no las motorizaciones diésel.
Entre las plantas más beneficiadas por el plan de incentivos se encuentran las del grupo PSA, que ya producen modelos eléctricos o lo harán en os próximos meses. En Zaragoza se produce el Opel Corsa, que podrá acceder a subvenciones en tres motorizaciones de combustión y, por supuesto, en la versión 100% eléctrica. Algo similar sucede en la factoría de Vig que ha empezado a producir el nuevo Peugeot 2008 eléctrico, y en Madrid, donde ya han empezado los preparativos para producir el nuevo Citroën C4, que tendrá una variante sin emisiones.
Las fábricas de Renault de Valladolid y Palencia cuentan con las versiones de combustión menos potentes de los modelos Captur, Kadjar y Megane que cumplen con los requisitos del plan de renovación del parque, además de las nuevas versiones híbridas de los dos primeros modelos.