El mismo día en que Audi ha desvelado una nueva campaña masiva de imagen en la que proclama una "nueva visión" hacia un futuro sostenible, ha comenzado el juicio al expresidente de la compañía Rupert Stadler por su implicación en el 'dieselgate' del grupo Volkswagen. Stadler afronta un juicio que se prevé que dure hasta 2022 y en el que dos ingenieros acusados han prometido tirar de la manta en el scándalo de la manipulación de motores diésel.
El primer día del juicio empezó con una imagen chocante o quizá muy buscada: la de Rupert Stadler bajando de un Mercedes a su llegada a una antigua prisión en la que tiene lugar la vista oral ante la expectativa generada en la prensa alemana. Se trata del primer alto directivo que va a juicio en Alemania por la instalación de un 'software' ilegal para camuflar las emisiones de gases por encima de los límites de homologación en 11 millones de vehículos.
Acusaciones de fraude
La Audiencia de Múnich abrió el miércoles el juicio contra Rupert Stadler, acusado de un presunto delito de fraude, con falsedad en las certificaciones de los vehículos y publicidad ilegal. Se enfrenta a una pena de cárcel de hasta 10 años. El juicio trata de esclarecer las responsabilidades dentro de Audi del escándalo de las emisiones que afectó a todo Volkswagen, el mayor fabricante de vehículos de Europa, grupo al que pertenece la marca de lujo alemana. El presidente de Volkswagen hasta 2015, Martin Winterkorn, también irá a juicio en otro proceso paralelo.
La fiscalía acusa a Stadler de haber tenido conocimiento de la manipulación al menos desde que se destapó el escándalo en Estados Unidos en septiembre de 2015 y haber autorizado, sin embargo, que se siguiesen vendiendo modelos de Audi manipulados. El expresidente, por su parte, rechaza cualquier conocimiento o participación en el fraude.
También se sientan en el banquillo de los acusados otros tres ex altos cargos del fabricante de vehículos, entre ellos el exresponsable de Desarrollo de Motores de Audi hasta 2009, Wolfgang Hatz, que ha permanecido durante meses en prisión preventiva.
Sumario de 7.000 hojas
Según la fiscalía, un desarrollador de motores, identificado como Giovanni P, ha confesado "en gran medida" los cargos, mientras que Henning L, su compañero, ha confesado "plenamente". "No era un empleador que tomara decisiones y estaba sujeto a instrucciones", reivindicó el abogado de Giovanni P, que prometió que "muchos, muchos detalles" sobre el caso serían relevados durante el juicio.
Esos dos ingenieros, así como el exjefe de motores de Audi y director de tecnología de Porsche, Wolfgang Hatzde, también están acusados en este juicio por el dieselgate que ha comenzado en Múnich. Tras años de investigación, la fiscalía presentó una acusación a finales de julio de 2019 que contenía alrededor de 400 páginas y un apéndice de 7.000 hojas.