La inesperada dimision de Wayne Griffiths al frente de Anfac supuso un golpe de efecto para el Gobierno por su inacción para impulsar la movilidad eléctrica pero también para la propia organización empresarial. Anfac afronta la urgencia de buscar un sustituto en una entidad cada vez más plural pero en la que las marcas con fábricas en España mantienen todavía el pedigrí.
La fecha clave será el 19 de julio, cuando los 60 socios de Anfac se reúnan en asamblea extraordinaria para elegir el nuevo presidente de la patronal automovilística. La entidad quiere cubrir la vacante dejada por Griffiths cuanto antes para irse de vacaciones en agosto con un nuevo líder que encabece la interlocución y las negociaciones con las administraciones para poner en marcha nuevas medidas de impulso a los vehículos eléctricos en 2025 más allá de la prórroga del viejo e ineficaz plan Moves 3 hasta diciembre.
Bipartidismo de Renault y Seat
La elección de Wayne Griffiths rompió un tabú al ser el primer presidente de Anfac no español. Pero quedan otros techos de cristal por romper en una organización que ha ido ampliando sus miembros y su perímetro con la incorporación de las empresas importadoras de marcas sin fábricas, que formaban parte de la extinta asociación Aniacam, así como otros actores de la movilidad como los nuevos competidores chinos, que se han apresurado por integrarse en la patronal de fabricantes.
El director general de Anfac, José López-Tafall, abrió la puerta a cualquier candidato a la presidencia al afirmar que "no hay ninguna regla escrita" que diga que el líder de la organización tiene que ser de una compañía con fábrica en España. Sin embargo, por ahora, el candidato más activo en la búsqueda de apoyos es Josep Maria Recasens, presidente de Renault España y director de estrategia de Renault Group así como máximo ejecutivo de Ampere, la división de eléctricos de la firma francesa. Recasens se encuentra en plena campaña sondeando la receptividad de las marcas y las administraciones a su candidatura para presidir Anfac, un cargo que tendría que compaginar con sus responsabilidades desde el cuartel general de Renault en París, junto al del CEO, Luca de Meo.
La elección de Recasens supondría la consagración de algo parecido al bipartidismo en la patronal de fabricantes, que pasaría de estar presidida por José Vicente de los Mozos, en ese momento director general de Renault España y responsable de producción del grupo, a Wayne Griffiths, presidente de Seat, y ahora por Recasens, otro directivo de Renault.
Opciones de Polo Satrústegui en Anfac
La amplia pluralidad de socios de Anfac abre también otras opciones que podrían tener números para presidir la entidad. Como Pablo Puey, director general de Stellantis en España, el primer fabricante con tres centros en los que se producen ya 14 modelos eléctricos. Sin embargo, el directivo ha advertido que no tiene intención de postularse tras comprobar en Portugal que un cargo de representación de la industria requiere mucha dedicación. Además, Stellantis mantiene una posición crítica con Acea, la patronal europea que integra a Anfac, de la que salió recientemente.
La ampliación del círculo de candidatos a las marcas sin fábricas abre la puerta a que directivos como Polo Satrústegui, presidente y director general de Hyundai España, profundicen en su voluntad de defensa de los intereses colectivos tras su nombramiento como responsable del Foro de Movilidad de Anfac. Satrústegui, que goza de buena aceptación en el sector, representa a uan marca con fuerte crecimiento y que aparece entre las marcas más vendidas en España y que cuenta con fábricas en Europa.