En la película 'Atrapado en el tiempo', el meteorólogo Phil Connors (Bill Murray) tiene que retransmitir una y otra vez el día de la marmota. Cada día se encuentra de nuevo con la marmota cuyo movimiento avanza la duración del invierno. No es de extrañar que el protagonista se acabe desesperando por no poder salir de la trampa en la que se encuentra. Esa película ha cambiado de protagonistas y de localización. Ahora se sitúa en la fábrica de la Zona Franca de Barcelona y sus protagonistas son los trabajadores que ven cómo están atrapados de nuevo en la historia que se repite una y otra vez. Los empleados ven cómo la compañía exige ahora un recorte de plantilla de 500 personas para continuar adelante aunque con mucha incertidumbre.
La planta de Nissan de la Zona Franca está atrapada en la encrucijada en la que tiene que decidir su futuro. Después de pasar una encrucijada, vuelve a caer en otra encrucijada con los mismos tintes graves e históricos. La antigua fábrica de Ebro repescada como Nissan Motor Ibérica en la nueva etapa con la multinacional japonesa ha vivido pocos momentos plácidos en su historia, especialmente en las últimas décadas.
La encrucijada del Nissan Patrol
En los años 80, la salida a la encrucijada fue la asignación del modelo Nissan Patrol, un todoterreno que se asociará siempre con la imagen de la planta de la Zona Franca. Cuando el Patrol comenzaba su declive, llegó otra encrucijada histórica en la que el 4x4 Terrano fue como la marmota que anuncia la llegada de la primavera. La historia siguió con la segunda generación del Terrano, el inicio de la producción de furgonetas con los modelos Vanette y Serena y la llegada de los todoterrenos Pathfinder y su versión 'pick up' Navara.
Más recientemente, los trabajadores de Nissan han tenido que sufrir un ERE que inicialmente afectaba a 1.600 empleados y que finalmente se redujo a 900 extinciones de contrato. Esa fue una encrucijada muy bronca con muchos momentos de tensión que ahora la compañía quiere evitar. Poco después llegaron otros momentos trascendentales en la historia de la planta de Nissan como el que protagonizó José Vicente de los Mozos como director general de Nissan Motor Ibérica con un acuerdo para producir en Barcelona la furgoneta pequeña NV200, robada en el último minuto a la fábrica de Renault Nissan de Tánger.
Blindaje para la plantilla de Nissan
José Vicente de los Mozos vuelve años después a Barcelona como máximo responsable de producción de la alianza Renault Nissan Mitsubishi para presentar el nuevo plan de competitividad de la planta. Los ejes principales de plan son 400 prejubilaciones, 100 bajas incentivadas y una inversión de 70 millones en renovar la nave de pintura. "Las plantas tienen que estar en perfecto estado de revista", dijo a Coche Global en una reciente entrevista.
El Día de la Marmota vuelve a Nissan Barcelona con los trabajadores como protagonistas con un alto grado de desazón por los bandazos y errores cometidos por la compañía en los últimos años. La doble escala salarial fue traumática a pesar de que en una segunda fase se reconvirtió en un escalonado temporal, pero ha tenido un resultado nulo porque la marca ha decidido 'matar' el turismo Pulsar al cabo de tres años y ahora también la furgoneta NV200.
Con esa mochila de experiencias, los sindicatos van a exigir garantías de estabilidad para la plantilla que se quede, alrededor de unos 2.500 empleados. La reclamación de un blindaje para los supervivientes nace del temor a que la compañía pueda cerrar la planta más fácilmente en un futuro después del recorte de plantilla planteado ahora. Es la gran incógnita en estos momentos. La competitividad de una fábrica no se consigue únicamente con reducciones de plantilla, sino que también se construye con buenos productos que por ahora no se ven en el horizonte de la nueva encrucijada de Nissan Barcelona.