El presidente de Audi, Rupert Stadler, se encuentra bajo custodia policial desde primera hora de este lunes, cuando ha sido arrestado por la policía por su presunta implicación en el 'dieselgate'. Fuentes de Audi y de la fiscalía de Múnich han confirmado a la prensa alemana que Stadler ha sido detenido en relación con la investigación del fraude de los motores diésel y certificación falsa de sus emisiones de gases y ante el riesgo de que destruyera pruebas. La detención de Rupert Stadler se ha producido después de varios registros en las oficinas de Audi en Alemania y en el domicilio del máximo directivo de la marca y miembro de la dirección del grupo Volkswagen. La policía y la fiscalía encontraron en esos registros varias pruebas como correos electrónicos relacionados con el conocimiento previo de la manipulación de los motores diésel , según destaca la prensa alemana, que apuntaba que la multinacional alemana ha tomado la decisión de nombrar al actual vicepresidente de ventas de la marca, Bram Schot, como sustituto temporal de Stadler al frente de Audi. Además de Stadler, la policía también investiga otro alto directivo de la marca.
La noticia del arresto del directivo ha causado impacto en la prensa alemana y europea, que ha lanzado alertas y ha iniciado conexiones especiales con Múnich para cubrir la información. Rupert Stadler había aparecido en las quinielas para relevar a Matthias Müller como nuevo presidente del grupo Volkswagen, aunque finalmente el consejo de administración se decantó por Herbert Diess, que era el máximo responsable de la marca Volkswagen y que llegó al grupo poco antes de que estallara el 'dieselgate'. Sin embargo, Diess ascendió a Stadler al darle la máxima responsabilidad de ventas del grupo y de la nueva división 'premium' de la compañía. Además, Rupert Stadler es vicepresidente del FC Bayern de Múnich en representación del 8,33% de las acciones del club que posee Audi AG.
Primera multa para Volkswagen en Europa
Unos días antes de esta detención, el grupo Volkswagen anunció que acataba una sanción de 1.000 millones impuesta por la justicia alemana después de que la compañía asumiera el fraude de los motores. Con esta primera multa en Europa, Volkswagen pretendía frenar las repercusiones millonarias por compensaciones como las que ha tenido que afrontar en Estados Unidos. Hace tan solo un mes, Rupert Stadler defendía, en una reunión con 3.400 directivos y sindicalistas de la marca, la necesidad de garantizar el éxito de Audi aplicando "una cultura apreciativa, abierta y responsable y actuar con integridad". En el mismo encuentro, Werner Neuhold, director del departamento legal y de responsabilidad, indicó que "la integridad y el cumplimiento no son meros temas para quedar bien o palabras bonitas". "La integridad y el cumplimiento no son el trabajo de un solo departamento, sino que son una cuestión de preocupación para todos los líderes, y, por supuesto, para todos los empleados ", dijo Neuhold durante el evento.