La histórica empresa alemana Gerhardi Kunststofftechnik, reconocida como uno de los principales fabricantes europeos de piezas de plástico de alta precisión, se ha declarado en quiebra. Fundada en 1796, esta compañía con sede en Lüdenscheid ha sido un pilar en la industria automovilística, produciendo emblemas icónicos como la estrella de Mercedes-Benz y los aros de Audi, además de parrillas y componentes cromados para diversas marcas de automóviles. Sin embargo, la crisis del sector automotor europeo ha resultado insostenible para la compañía, que ha solicitado formalmente la insolvencia ante el tribunal de distrito de Hagen.
El abogado Jan-Philipp Hoos, del bufete White & Case, ha sido nombrado administrador concursal provisional, y el futuro de los 1.500 empleados que dependen de la empresa es incierto. Gerhardi cuenta con fábricas en Lüdenscheid, Altena, Ibbenbüren y una planta en Montgomery, Alabama (EE.UU.), y había destacado por su innovación en el moldeo por inyección y la estampación en caliente de plásticos.
Un gigante que resistió el paso del tiempo
La caída de Gerhardi marca un punto crítico en una industria que atraviesa profundos cambios estructurales. A lo largo de más de dos siglos, la empresa sobrevivió a invasiones, guerras mundiales y depresiones económicas, transformándose de fabricante de hebillas de latón y cobre en el siglo XVIII a líder en componentes de plástico para la automoción. Sin embargo, la transición hacia la movilidad eléctrica, la caída de la demanda y el aumento de los costes energéticos y de materiales han generado un entorno adverso para los pequeños proveedores del sector. A pesar de su resiliencia histórica, Gerhardi no ha podido superar las presiones actuales.
La situación de Gerhardi no es un caso aislado. La industria automovilística alemana, que representa un 10% del PIB del país, enfrenta serios desafíos debido al cambio hacia los vehículos eléctricos y la automatización. Grandes fabricantes como Volkswagen, Stellantis y Ford han recortado empleos y reducido la producción en respuesta a la baja demanda y los elevados costes.
Impacto en los proveedores
Este año, los proveedores de piezas en Europa han anunciado más de 53.300 despidos, según datos de CLEPA, el lobby de la industria de componentes. Esto supera las cifras registradas durante la pandemia, cuando la producción se paralizó temporalmente. Las compañías vinculadas a tecnologías tradicionales, como sistemas de transmisión y escape, se ven especialmente afectadas, pero incluso los fabricantes relacionados con los vehículos eléctricos, como Northvolt AB, están enfrentando problemas por el retiro de subsidios gubernamentales y una desaceleración en las ventas.
El caso de Gerhardi ilustra la vulnerabilidad de la cadena de suministro automovilística. Los proveedores dependen de los contratos de grandes empresas como Mercedes-Benz, Audi y Volkswagen, que ahora reducen sus pedidos debido a la transformación estructural del sector.