El temido virus coronavirus ha acabado 'contagiando' a la industria de automoción en China. Wuhan, el epicentro de la epidemia, es también un potente 'hub' del sector del automóvil del país asiático en el que varias multinacionales han optado por paralizar la producción durante unos dias o de forma indefinida a la espera de ver cómo la evoluciona la situación.
En los últimos años, Wuhan se ha convertido en la nueva Detroit de Asia al actuar como un potente imán de las inversiones de la mayoría de grupos automovilísticos occidentales de la mano del fabricante público chino Dongfeng. Con motivo de la inauguración de la planta de Renault en 2016 fuimos testigos de la alta densidad de fábricas situadas a muy pocs distancia unas de otras. Hace unos años, Wuhan sumaba una capacidad de producción cercano a los tres millones de vehículos anuales, similar al volumen de fabricación de toda España.
El bloqueo que sufre la ciudad por la orden del Gobierno chino en un intento por contener la extensión del coronavirus no solo afecta a la vida cotidiana de sus habitantes, sino también a la actividad industrial. El inicio del bloqueo ha coincidido con las vacaciones del Año Nuevo chino, aunque varias multinacionales ya han anunciado que alargarán el parón, al menos, durante los primeros días de febrero.
Vacaciones más largas
La medida más extrema hasta ahora es la de Toyota, que mantendrá cerradas sus cuatro plantas ubicadas en China de forma "indefinida". Además, la compañía donará a través de la Cruz Roja de China 10 millones de yuanes (1,3 millones de euros) para ayudar a los costes de compra de suministros médicos como mascarillas, gafas y ropa protectora. El presidente de Toyota, Akio Toyoda, ha ofrecido sus "condolencias" a todos los fallecidos por el virus.
Toyota no es la única compañía que ha anunciado donaciones para combatir el virus y que se han visto afectadas. Honda ha confirmado que retrasará el inicio de las operaciones en dos plantas de motocicletas en China hasta el 8 de febrero. Ford y Renault reanudarán la producción en sus fábricas de China después de las pausas prolongadas para las vacaciones del Año Nuevo chino.
Pero los parones de las plantas más directamente afectadas puede ser solo el aperitivo del impacto del coronavirus en la industria de automoción. "Necesitamos esperar para ver cómo se desarrollan las cosas. Si esta situación continúa, las cadenas de suministro se interrumpirán. Hay pronósticos que predicen que el pico de infecciones se prolongará hasta febrero o marzo", indicó Volkmar Denner, consejero delegado de Robert Bosch. El proveedor alemán tiene en Wuhan dos plantas que fabrican sistemas de dirección y termotecnologías, con alrededor de 800 empleados
Repatriación de trabajadores
Las multinacionales que operan en Wuhan han organizado operaciones de rescate del personal extranjero fletando aviones especiales. PSA, Nissan, Honda y Renault son algunos de los grupos que han repatriado a su personal ante el riesgo de contraer la infección.
Pero los efectos del coronavirus en el sector del automóvil han traspasado ya las fronteras de China y han llegado a Alemania, donde cuatro trabajadores del proveedor Webasto han resultado infectados por algunos de sus colegas chinos que participan en un curso de formación.
El impacto de la nueva amenaza para la salud en la industria de automoción llega en un momento en el que el mercado automovilístico chino bajó en 2019 y seguirá a la baja en 2020, especialmente por la desaparición de las ayudas públicas a la compra de vehículos eléctricos.