La convocatoria de elecciones generales anunciada por Pedro Sánchez tendrá consecuencias importantes para la economía y, en particular, el sector del automóvil. Aunque el presidente del Gobierno tiene hasta el día 4 de marzo para disolver las Cortes, esas dos semanas no serán tiempo suficiente para tramitar algunos proyectos normativos que estaban en marcha. Una de las consecuencias es que el diésel y la gasolina se librarán por ahora de la cuenta atrás para su prohibición a partir de 2040.
Las elecciones generales que tendrán lugar el 28 de abril ha pillado al Gobierno con los deberes a medias. Los retrasos acumulados en la tramitación de la Ley de Cambio Climático y de todo el paquete asociado harán que sea imposible aprobar el proyecto de ley porque necesitaría varios meses incluso con el trámite de urgencia en las Cortes.
Hace unas semanas, la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, afirmó que el Ejecutivo estaba peinando y "poniéndoles los colorines finales de la portada" al anteproyecto de Ley de Cambio Climático para su aprobación en el Consejo de Ministros como paso previo a su tramitación parlamentaria. Aunque el Gobierno apruebe el proyecto en los consejos de ministros que quedan, ya será tarde porque no habrá tiempo material para su tramitación parlamentaria.
La subida del diésel, en el aire
El proyecto, que se anunció en noviembre pasado, sufrió retrasos en su confección por las discrepancias dentro del Gobierno entre el sector más ecologista encabezado por Teresa Ribera y los más sensibles a las peticiones del sector, con la ministra de Industria, Reyes Maroto, al frente.
Pero las elecciones anticipadas también dejarán en suspenso otras medidas. La subida del precio del litro de diésel dependerá de si el Gobierno la aprueba por decreto para su entrada en vigor, ya que se trata de modificar un tributo ya existente por lo que no requiere la tramitación como ley. Inicialmente, la subida del gasóleo estaba incluida en la Ley de Presupuestos Generales de 2019 que ha sido rechazada por el Congreso.
Acuerdo Estratégico sobre Automoción
Además, la cita con las urnas llega en un momento en el que estaban muy avanzadas las negociaciones de un Acuerdo Estratégico sobre Automoción que mantenía el Ejecutivo con las asociaciones empresariales de la indsutria y de la distribución comercial de vehículos. Esa hoja de ruta tenía que fijar las medidas para los próximos años con las que impulsar el cambio del sector hacia una movilidad ecológica para aumentar la producción y la veta de coches eléctricos y de hidrógeno.