El 13 y 14 de marzo, UGT FICA hemos organizado unas jornadas del sector automovilístico con la participación de patronales del sector, administraciones, empresas, Gobierno y representantes del sindicato UGT FICA para debatir y poner en relieve hacia dónde va el sector automovilístico, qué retos debe afrontar y qué medidas debemos adoptar para mantener a este como motor económico de España y referente a nivel europeo y mundial.
Las jornadas se distribuyeron en diferentes mesas de debate para abordar, desde diferentes posiciones y puntos de vista, las medidas que deben tomarse y las que ya se están tomando, el papel de las distintas administraciones públicas, la importancia de la formación en este proceso de transición y cómo abordarla, los retos y propuestas que debe asumir el sector, la posibilidad de coexistencia de los vehículos de la propulsión eléctrica, combustión o alternativos, así como la situación de los proveedores y su problemática específica.
Diagnóstico y conclusiones
De las conclusiones extraídas de las diferentes mesas, las más reseñables se resumen en:
- Hay que apostar por la descarbonización, que nadie pone en duda, pero de una forma justa y ordenada.
- El dialogo social debe ser el punto central para que la transición sea un éxito. Muestra de ello es que, gracias a este dialogo, un país donde ningún constructor es “Made in Spain”, mantiene desde hace años el 2 puesto como productor europeo y el 8 como productor mundial.
- La formación de los trabajadores y trabajadoras debe ser uno de los puntos esenciales de la transición, adecuando las plantillas a las nuevas necesidades de puestos de trabajo y a los nuevos ecosistemas para evitar que ningún trabajador se quede atrás. En paralelo, debe potenciarse la formación de los “nuevos trabajadores y trabajadoras” dirigida hacia estas nuevas necesidades. Potenciar la formación dual es un instrumento fundamental en este proceso.
- Las ayudas públicas deben participar en esta transición, potenciando y facilitando las inversiones de las empresas y atrayendo a nuevas empresas e inversiones. A su vez las ayudas tienen que ser accesibles para todas las empresas, y sin trabas que dificulten las solicitudes (PERTE VEC). Paralelamente, las ayudas deben ir dirigidas a toda la cadena del sector automovilístico.
- Hay que potenciar y facilitar la gestión e instalación de los puntos de recarga con un mapa ajustado a las necesidades territoriales y sociales, de forma que se eliminen las dudas sobre “dónde recargar” y se evite una brecha social “real” de movilidad y territorial.
- Hay que mantener el Plan MOVES pero facilitando al usuario su gestión, de forma que pueda beneficiarse de ella en el momento en que adquiera el vehículo, sin el engorro que supone tener que esperar un año o año y medio (hace desistir al potencial comprador), y que cuente con deducción fiscal. Tal y como está concebido actualmente, el MOVES no facilita la compra de vehículos eléctricos y, además, puede tener un efecto de brecha en la ciudadanía.
- La apuesta por el vehículo eléctrico no implica que haya que descartar otras alternativas en los vehículos de propulsión, como el uso del bio, el gas, hidrógeno, etc…, de acuerdo con su tipología o ámbito de movilidad.
- Las políticas europeas deben tener en cuenta la situación industrial de Europa y no deben adoptarse medidas sin valorar su repercusión o la interdependencia industrial con otros continentes. Igualmente, las políticas que se adopten o se apoyen en o desde España, tienen que tener muy en cuenta la situación industrial y territorial de España para evitar desajustes perjudiciales para su desarrollo. Por ello la transformación debe efectuarse de una forma justa y ordenada.
- Es necesario y urgente que se acuerde un Pacto de Estado de Industria con el máximo consenso político posible para dar estabilidad y una base industrial a la economía del país como antesala a la futura Ley de Industria, que debe contribuir a potenciar el progreso y la estabilidad y constituirse en motor económico de país.
En definitiva, las jornadas han puesto de relieve que tanto patronales, como empresas, sindicato y administraciones públicas coincidimos en lo fundamental, en lo que se debe de hacer. Ahora queda lo más difícil, que es pasar de las palabras a los hechos y ahondar en las especificidades. Por ello desde UGT FICA seguimos demandando al Gobierno el debate y adopción de la 23 propuestas que venimos reclamando desde hace unos años, la mesa de automoción seria la herramienta idónea ya que están todos los actores del sector, con el objetivo de mantener a la industria del automóvil como referente a nivel europeo y mundial, y a su vez para amortiguar el impacto sobre el empleo de la transformación de la industria.
Entre estas 23 medidas esenciales, cabe destacar la aplicación permanente del contrato de relevo como herramienta para facilitar el relevo generacional y el empleo de calidad; la reducción de jornada hacia las 32 horas semanales como medida para el reparto del trabajo, plan formativo adecuado a las necesidades del sector, el impuesto a los robots o la jubilación anticipada a los 60 años con coeficientes reductores.
Desde UGT FICA tenemos claro y apostamos por la descarbonización tal y como está acordada a nivel Europeo, pero queremos que esta se efectué de una forma justa y ordenada, por ello la importancia que tiene para Europa y España el “COMO” se efectúe esta. Tenemos que tener claro qué potenciales y déficits tenemos en Europa industriales para acometer esta transformación y que potenciales y déficits industriales tenemos en España y sobre esa base construir las necesidades que tenemos que potenciar y adaptar para que esta transformación sea un reto de éxito para nuestra industria y para el conjunto de trabajadores y trabajadoras, ciudadanos y ciudadanas y se evite dejar atrás a ningún trabajador y trabajadora, sea democrática y se evite una brecha social de movilidad y territorial.