Los sindicatos de la fábrica de Nissan de Barcelona han empezado el año con más incertidumbre si cabe sobre el futuro de la planta y de la plantilla. Los cuatro sindicatos con representación en el comité de empresa de la planta de la Zona Franca y la de Montcada i Reixac alertan en un comunicado conjunto de la "lamentable situación productiva" de las factorías, que se puede ver agravada con el cese de producción de otro modelo en los próximos meses.
Después de la desaparición del mercado y de la línea de montaje de los modelos Pulsar y Evalia con motor de combustión, el comité alerta de que todo apunta a que la multinacional sacrificará próximamente la furgoneta NV200 diésel que también se ensambla en Barcelona.
"La situación productiva en ambos centros de trabajo se encuentra en niveles no vistos desde hace muchos años, situándose en el 38% de la capacidad productiva, debido a la evolución en el mercado de los últimos modelos que se han fabricado en las dos plantas y la finalización de algunos de estos, como el Nissan Pulsar, la NV200 Evalia y, próximamente, como todo parece indicar, la NV200 de combustión", afirman SIGEN-USOC, CCOO, UGT y CGT en una nota distribuida entre la plantilla y entre la prensa.
Nissan olvida Barcelona
Los sindicatos acusan a la dirección de Nissan y de la alianza con Renault y Mitsubishi de ignorar deliberadamente las fábricas y los 4.000 empleados de Barcelona y Montcada y de priorizar la asignación de nuevos modelos a otras plantas del grupo. "A nivel industrial -indican- es evidente que los hechos (adjudicación y fabricación de nuevos modelos) delatan una política industrial hacia nuestras plantas basada en ignorar sus activos y otorgar la fabricación de nuevos vehículos en otras fábricas de la Alianza".
La decisión de Nissan de decantarse por otras plantas no está basada en "ningún criterio de competitividad", según denuncia el comité, que recuerda los sacrificios asumidos por la plantilla en anteriores acuerdos para conseguir unos niveles de producción en Barcelona que no se han cumplido. La realidad es que en lugar de las condiciones idóneas de competitividad anunciadas por la empresa cuando negoció esos acuerdos, la planta de la Zona Franca funciona al 38% de su capacidad, algo que los sindicatos califican de "lamentable situación".
Más modelos y producción
Por todo ello, los comités de empresa de ambas factorías exigen a la multinacional "el cumplimiento de los acuerdos, que asuma compromisos industriales (concreción de asignación y fabricación de nuevos modelos) que saturen la capacidad productiva instalada, que efectúe las inversiones tecnológicas necesarias para mantener la competitividad de las plantas (hasta ahora sólo ganada por el esfuerzo de la plantilla) y que planifique y ponga en marcha una renovación de la plantilla actual, con una edad media ya avanzada, de acuerdo con el esfuerzo realizado por esta durante muchos años".
Las peticiones sindicales llegan en un momento complicado para Nissan y la alianza a raíz de la detención de su presidente, Carlos Ghosn, y de la guerra por el poder desatada entre París y Tokio en el seno del grupo. El máximo responsable de producción de la alianza, José Vicente de los Mozos, ha tomado las riendas personalmente del proceso para buscar una solución para la fábrica de Nissan de Barcelona, que calificó de "situación delicada".