La crisis tiene efectos imprevistos. Uno de ellos es un súbito patriotismo sobrevenido en muchos compradores de coches a juzgar por el incremento de la cuota de mercado de los vehículos made in Spain desde el 27,6% en los primeros meses del 2011 al 35% este año.
¿Es posible que las banderas rojigualdas que aparecieron durante la última Europa respondan también a clientes que se han comprado un turismo hecho en España? En la mayoría de los casos, lo dudo. Aunque algunas empresas del sector comienzan a exhibir en su publicidad el lema de fabricado en España, lo cierto es que los directivos del sector admiten que el origen del vehículo no figura en la lista de preocupaciones de los consumidores, ni siquiera es algo que le suela interesar.
En cambio, hay un factor poderoso que influye en que se queden en España más coches de los producidos aquí: el pinchazo de las exportaciones obliga a las fábricas a intentar colocar en su entorno los vehículos que no absorben otros mercados europeos. Entre enero y abril pasado, de los 260.369 coches matriculados en España, casi 92.000 fueron producidos en el mismo país.
En el mercado del automóvil español hay dos casos claros de fabricantes que sacan pecho en sus anuncios de tener fábricas en el país: Renault e Iveco. La primera marca estrenó, poco después de comenzar la crisis en el 2008, unos spots que acababan con el eslogan de "fabricado en España" referido al Megane. Solo le faltaba concretar que era en Palencia. Renault lo sigue haciendo y, a juzgar por su progresión en el mercado, no le ha ido mal del todo. El Megane es el turismo más vendido y la marca francesa fue la quinta en el mercado español después de una larga travesía del desierto.
Un italiano muy español
Iveco está siguiendo el mismo camino desde que hace unas semanas montó un operación patriótica con motivo del anuncio de una inversión de 500 millones en los próximos años que creará 1.200 empleos. El consejero delegado de Fiat, Sergio Marchionne, se paseó por Madrid vendiendo la noticia como preludio de dobles páginas publicadas en los principales diarios con el lema 'Vamos! Eran los días de la Eurocopa'. Lo que no decía el anuncio es que para llevar a cabo esa inversión, Iveco y la filial Irisbus sacrificaron sus fábricas históricas en Barcelona, en las que ahora se han cambiado los chasis de autobuses por malas hierbas salvajes.
Otras marcas son mucho más tímidas o precavidas. Seat flirteó con el made in Spain en un spot con trabajadores de la fábrica de Martorell en el que el eslogan era "bueno para ti, bueno para todos". En general, la patria suele incomodar a las marcas cuando están fuera de casa, excepto a las alemanas y a las francesas, que se sienten orgullosas de sus orígenes que exhiben con lemas en francés o alemán.