Mientras la Unión Europea abre sus brazos a la tecnología china, vía electrificación, y a las marcas de ese país, los grupos automovilísticos de China conquistan Rusia tomando gratis las instalaciones y maquinaria que abandonaron europeos, japoneses, coreanos y estadounidenses. 

Tras la invasión rusa de Ucrania, en febrero de 2022, las sanciones impuestas por los países occidentales y algunos asiáticos obligaron a los fabricantes de automóviles a abandonar el país. Los importadores y comercializadores salieron más fácilmente, los que fabricaban localmente terminaron teniendo que dejar atrás fábricas, maquinaria e incluso alguna tecnología. Renault, propietaria de la local AutoVaz, fue una de las más afectadas.

Fábricas reutilizadas por China

Mientras China ignora los embargos y las sanciones económicas a Rusia, juega también cada día más en el tablero de Europa occidental. Unas seis fábricas que tuvieron que ser abandonadas el año pasado por empresas europeas, japonesas, coreanas o estadounidenses en Rusia están preparándose para producir coches chinos mediante el sistema de CKD de ensamblaje final de los vehículos previamente producidos.

Como se está haciendo desde noviembre de 2022 en la antigua factoría de Renault en Moscú. Desde esa fecha se produce allí el SUV eléctrico Moskvich, un coche del grupo chino JAC Motors que se montan en CKD importados desde China. Renault había comprado en 2005, en asociación con el Ayuntamiento de Moscú, la antigua fábrica creada por Ford en los años 30, y allí se fabricaban modelos de Dacia y Renault.

La paradoja es que Bruselas, que presionó a sus empresas a salir de Rusia, no parece tener ningún problema con las chinas, aunque se queden incluso con inversiones europeas en Rusia.

China controla el mercado de Rusia

Si en el primer semestre de 2022, las marcas chinas suponían el 11 % del mercado ruso (era el 3,5% el año antes que estalla la guerra), entre enero y junio de 2023 Chery Automobile, Great Wall Motor Company (GWM), Geely Holding Group, Changan Automobile Group, FAW Group, GAC Group, Dongfeng Motor Corporation y Zotye Holding Group controlaban ya el 45% del mercado ruso. Aunque el pastel se está reduciendo como consecuencia de la guerra y la crisis económica. El mercado ruso ha caído un 3% en la primera mitad del año, y se prevé que cierre el ejercicio con un volumen de 700.000 unidades, frente a los 1,7 millones en 2021, antes del inicio del conflicto.

El control chino en Rusia es más potente aún en el segmento de vehículos industriales. Las exportaciones, incluidos autobuses y camiones de China a Rusia, se han multiplicado por seis en la primera mitad de este año hasta llegar a las 70.700 unidades, lo que supone el 21,3% del total de las ventas chinas en el exterior de este tipo de vehículos.

En Rusia, el mercado de camiones de más de 3,5 toneladas ha entrado este año en la senda de la recuperación y se prevé que supere al cierre del ejercicio las 100.000 unidades de 2021, aunque al año siguiente retrocedió a 85.000. Los fabricantes occidentales y japoneses han desaparecido de las matriculaciones en favor de los chinos.