El fabricante chino de automóviles Chery ha comenzado su desembarco comercial en España y Europa con la nueva marca Omoda mientras deshoja la margarita para producir sus vehículos en la antigua planta de Nissan de Barcelona o en otro emplazamiento en Europa. De momento, Omoda España ya tiene director, Darren Tu, para organizar la llegada España como puerta de Europa con un modelo diferente de otras marcas marcas chinas al contar con su propia red de concesionarios.
Omoda espera disponer de 31 concesionarios oficiales para final de este año en España y tiene el objetivo de alcanzar 80 en todo el territorio. Según explica la filial de Chery, Darren Tu liderará un equipo que cubre todos los puestos para cada unidad de negocio, al tiempo que la marca se establecerá en España con estructura propia y una sede permanente.
Un chino que no es barato
Chery quiere diferenciarse de sus rivales chinos que ya han empezado a vender en España apoyándose en acuerdos con grupos de concesionarios como Quadis, Caetano y Astara. Omoda empezará a vender un único modelo, el SUV compacto con motor de gasolina de 197 CV Omoda 5, con el que quiere marcar distancia con los coches chinos de bajo precio como el MG ZS, del grupo SAIC, que en agosto se convirtió en el modelo más vendido en España.
El precio, todavía no anunciado oficialmente, podría rondar los 35.000 euros, según apuntan algunas fuentes del sector. El modelo se vende ya en México desde el equivalente a 28.000 euros. En los próximos meses, Omoda quiere lanzar en España y Europa la versión eléctrica de su modelo
"Vehículos que brillan por la belleza de su diseño, por la alta calidad de su fabricación y de los materiales empleados y por su alta carga tecnológica", ha explicado Tu. "Todo bajo el concepto 'Arte en movimiento' y pensando especialmente en los clientes más jóvenes", ha añadido.
Producción en Barcelona
La entrada de Omoda y Chery a Europa a través de España también supone diferenciarse de otras marcas chinas que han comenzado su desembarco por otros mercados más electrificados y más dinámicos. Los directivos de Chery han confirmado que estudian encargar la producción de sus modelos al Hub de QEV y Btech en la antigua planta de Nissan de la Zona Franca de Barcelona, para la que se postuló como comprador pero sin éxito.
Chery firmó un memorando de entendimiento con el Hub, al igual que ha hecho con tros emplazamientos que son candidatos a acoger la producción. El objetivo teórico, si fructifican las negociaciones, sería producir hasta 50.000 vehículos al año, lo que supondría un salvavidas para el Hub.
En noviembre de 2022, una delegación de Chery viajó hasta Barcelona para explorar las opciones de instalar una gran planta de ensamblaje de coches eléctricos. Esta compañía automovilística se mostró entonces interesada en el área de Barcelona y mantuvo varias reuniones con administraciones, patronales y sindicatos. Chery ya firmó un memorando con al Generalitat de Cataluña en 2010 para producir vehículos, aunque finalmente la compañía china no concretó sus intenciones.