Si hay algo que no soporte Elon Musk son las trabas a los negocios y a un emprendedor de éxito como él. Hace unas semanas, Tesla criticaba la "irritante" burocracia que estaba demostrando Alemania en los permisos para la nueva fábrica en construcción a las afueras de Berlín. A pesar de las quejas de la empresa de Elon Musk, la maquinaria administrativa ha atrapado plenamente los trámites de la nueva factoría, que sufrirá un retraso en su puesta en marcha que podría ser de medio año en el mejor de los casos.
El Ministerio de Agricultura del Estado de Brandeburgo ha señalado que Tesla tiene que tramitar una nueva solicitud de licencia para tramitar los permisos de construcción y funcionamiento de unas instalaciones ubicadas en medio de lo que antes era un frondoso bosque, según publicó Reuters. Al parecer, la primera solicitud de Tesla no cumplía con las formalidades para la actividad productiva prevista de fabricación de vehículos y de baterías.
Fecha de apertura incierta
"Dado que no hay más detalles sobre la naturaleza y el alcance de los cambios planeados, las declaraciones sobre el proceso y el tiempo que tomará tomar una decisión final solo se pueden hacer en una etapa posterior", indicó el Ministerio de Agricultura del Land alemán que puso una alfombra roja para recibir la inversión de 4.000 millones de Tesla pero que ahora exige nuevos trámites.
Tesla ha modificado ya sus previsiones de puesta en marcha de la nueva megafábrica que se construye en la localidad de Gruenheide. En lugar de julio de 2021 como tenía planificado inicialmente, ahora ya ha retrasado el inicio de actividad en la planta a "finales de 2021".
Sin embargo, la respuesta del Gobierno del Estado de Brandeburgo deja abierto el plazo que tardará la tramitación de los permisos modificados para la factoría, que hasta ahora ha tenido que vencer varios recursos de grupos ecologistas que han llegado a para de forma temporal las obras.
Suelo a precio de chollo
El baño de multitudes que recibió Elon Musk en una reciente visita a las obras de la planta no parecen haber tenido como efecto la agilización de la temida burocracia alemana. La planta de Tesla de Berlín se convertirá en la tercera operativa, tras las de EEUU y China, del fabricante automovilístico, que espera una producción anual de 500.000 vehículos y baterías. El destino principal de esos vehículos será el continente europeo, al que ahora envía los coches fabricados en EEUU y en China. Unos 10.000 empleados trabajarán en las nuevas instalaciones, para las que Tesla ya ha comenzado las contrataciones.
Tesla recibió importantes ayudas públicas por su inversión en Berlín a través de diferntes vías, entre las que se encuentra un precio del terreno muy por debajo del mercado. La firma pagó 41 millones por un solar de 300 hectáreas de bosque, un precio tres veces por debajo de lo que cuesta el suelo industrial en la zona. El Estado de Brandeburgo lo justificó por el riesgo de que hubiera bombas sin detonar de la Segunda Guerra Mundial.