La Bolsa de Tokio vivió este miércoles una jornada marcada por las expectativas que ha despertado la posible fusión de Nissan, Honda y Mitsubishi, que podría dar lugar a un gigante japonés y al segundo o tercer mayor fabricante de automóviles del mundo. Mientras Nissan Motor experimentó un impresionante incremento del 23,7% en su cotización al cierre del mercado, Honda Motor registró una caída del 3,04%, reflejando el impacto desigual de la noticia en los inversores.
Por su parte, Mitsubishi Motors, cuya participación mayoritaria es controlada por Nissan, también se benefició de las informaciones, con un aumento del 19,65%, mientras que el líder del mercado japonés, Toyota Motor, avanzó un 2,02%.
"Explorando la colaboración futura"
Según el diario económico Nikkei y la agencia Kyodo, Nissan y Honda estarían preparando negociaciones para formar una empresa conjunta que consolidaría sus activos en un "holding", posicionándolos como un competidor directo de Toyota y Volkswagen en el mercado mundial. La operación, que incluiría también a Mitsubishi Motors, busca enfrentar la creciente competencia de Tesla y las marcas chinas de vehículos eléctricos (VE), que están ganando cuota de mercado gracias a precios más competitivos y avances tecnológicos. El nuevo grupo de Honda, Nissan y Mitsubishi sumaría una producción y venta de unos 8 millones de vehículos frente a los más de nueve de Toyota.
Aunque Honda y Nissan publicaron un comunicado conjunto para aclarar que "el contenido del informe no es algo que haya sido anunciado por ninguna de las compañías", sí confirmaron que están "explorando varias posibilidades de colaboración futura".
Reacciones en el parqué
La incertidumbre generada por las informaciones llevó a la Bolsa de Tokio a suspender temporalmente la cotización de Nissan, para verificar la veracidad de los informes publicados. Una vez reanudada la negociación, las acciones de la compañía se dispararon, reflejando el entusiasmo del mercado ante la posibilidad de una unión que daría lugar a un coloso con ventas anuales superiores a los 8 millones de vehículos.
En contraste, los inversores penalizaron a Honda, posiblemente debido a los riesgos asociados con la integración y a las dudas sobre cómo se repartirían los activos en la nueva sociedad. Las acciones de Honda acumulan un descenso menor desde enero, que llega a más del 16%, frente al 25% de Nissan.
En marzo pasado, Nissan y Honda ya anunciaron su intención de colaborar en la producción de componentes y software para vehículos eléctricos, con el objetivo de reducir costes y mejorar su competitividad. En agosto, Mitsubishi Motors se unió a las conversaciones, ampliando el alcance de la posible alianza.
Un mercado en transformación
La posible fusión surge en un momento crítico para la industria automovilística japonesa. Tanto Nissan como Honda enfrentan una caída en sus ventas en China, donde las marcas locales están ganando terreno con vehículos eléctricos más accesibles. Además, Tesla y otros fabricantes están marcando el ritmo de la innovación en el sector, obligando a las compañías tradicionales a buscar economías de escala y sinergias estratégicas.
El anuncio no solo ha generado movimientos en la Bolsa, sino que también pone de manifiesto la urgencia de una transformación en el sector automovilístico japonés, que busca consolidarse frente a los cambios disruptivos que están redefiniendo el mercado global.