La factura de la movilidad eléctrica y de los nuevos servicios empieza a castigar las cuentas de BMW y, de rebote, su cotización en bolsa. El fabricante alemán ha sufrido un desplome en el mercado de Frankfurt después de hacer público que su beneficio cayó un 17% en 2018 y que prevé un nuevo retroceso sustancial en 2019.
El resultado de estos anuncios por parte del presidente de BMW, Harald Krüger, fue un descalabro en la bolsa de casi el 5% al perder las acciones 3,74 euros y cerrar la sesión a 71,98 euros. Las acciones de BMW han perdido más de 20 euros desde que registraran una cotización de 93,30 euros el 17 de mayo de 2018.
Los planes del fabricante de coches premium no convencen a los analistas, que además ya están sobre aviso de que las cuentas empeorarán en 2019. Las ganancias netas de BMW BMW alcanzaron los 7.207 millones de euros frente a 8.675 millones en 2017. Aunque la comparación se hace con un resultado inflado con 1.000 millones por el cambio fiscal en EEUU, Krüger ya ha advertido a los inversores de que el beneficio de la compañía se situará en 2019 ·muy por debajo del resultado de 2018 debido a las fuertes inversiones ncesarias para aumentar su oferta de modelos híbridos y eléctricos.
Menos modelos y versiones
En ese contexto, el presidente de BMW ha intentado suavizar el golpe con el anuncio de un plan para ahorrar 12.000 millones hasta el año 2022 desde que se puso en marcha en 2017. De momento, la compañía mantendrá su plantilla, formada por 134.682 empleados después de crecer un 3,7% en 2018.
La principal vía de ahorro consistirá en la simplificación de la gama de modelos mediante la supresión de los que no sean rentables y reduciendo las variantes de motorización y opciones disponibles.