El sector del automóvil se impacienta y ve con preocupación la respuesta del Gobierno a su demanda de un plan de choque. En lugar de las medidas que piden las patronales, el Gobierno ha anunciado una reforma del Plan Moves de ayuda a la movildiad eléctrica con 65 millones que, aunque recoge cambios propuestos por el sector, no ha sentado bien.
El sector de la automoción ha mostrado su "sorpresa" ante los anuncios sobre el nuevo Moves que hizo el día antes la secretaria de Estado de Energía. Las patronales Anfac, Sernauto, Faconauto y Ganvam consideran que los cambios se ha anunciado "de manera unilateral", "sin comunicarlos previamente" a los diferentes agentes que forman parte de la industria automovilística española.
Así se recoge en una carta enviada a la ministra de Industria, Turismo y Comercio, Reyes Maroto, firmada por las asociaciones de fabricantes de vehículos (Anfac), componentes (Sernauto), concesionarios (Faconauto) y vendedores (Ganvam), en la que señalan que el sector del automóvil es "clave" para la recuperación económica de España y subrayan el "compromiso" de las compañías en la ayuda en la lucha contra el coronavirus.
Eléctricos versus diésel y gasolina
"Este tipo de medidas forma parte del plan de choque diseñado por las asociaciones, propuestas que van mucho más allá de estos anuncios, pues se integran en un esquema de actuaciones completo, en el que hay planes para el impulso de la demanda y el mercado, medidas fiscales y de apoyo a las empresas e iniciativas para la reactivación de la inversión en producción", han reivindicado.
La discrepancia de fondo consiste en la falta de un plan más ambicioso que vaya más allá de subvencionar los coches eléctricos mediante el Moves y que incluya, tal como plantea el sector en su plan de choque, un Renove con 300 millones que integre también bonificaciones más bajas por la compra de coches diésel y de gasolina de última generación con el fin de reactivar un mercado que se ha hundido.
Según señalan las organizaciones, el plan que el sector propone va "más allá" y busca recuperar la demanda, la producción y el empleo y, además, hacerlo de una manera compatible con los objetivos de descarbonización del parque, "compromisos a los que la automoción española no renuncia en esta crisis".
"Todo apoyo prestado al sector es doblemente eficiente: desde el punto de vista productivo, porque es un sector tractor sobre el resto de la economía y desde el punto de vista público, porque los apoyos al sector tienen un alto retorno de ingresos fiscales", afirman las asociaciones en su carta a la ministra.
Advertencias del sector
El presidente de Anfac, José Vicente de los Mozos, ha señalado que sin un plan de choque "nacional e integral", la viabilidad del sector está "seriamente comprometida". Por su parte, el presidente de Faconauto, Gerardo Pérez, ha indicado que "se acaba el tiempo", por lo que es el momento de tomar decisiones para el sector.
"El impacto que tiene la automoción sobre el desarrollo de la actividad económica y el empleo obliga a tomar decisiones de manera urgente y sin perder de vista la transversalidad del sector. En este sentido es necesario incentivar la demanda de todo el mercado y no solo de una tecnología en concreto", ha apostillado el presidente de Ganvam, Raúl Palacios.
Asimismo, la presidenta de Sernauto, María Helena Antolin, ha insistido en la "urgencia" de poner en marcha un paquete de medidas "extraordinarias" en el corto plazo para reactivar la demanda y el mercado "en la mayor brevedad posible".
Industria se desmarca de Energía
Por todo ello, las asociaciones han reclamado una "mayor coordinación" entre los ministerios que se encargan de asuntos relacionados con el sector, ya que son "transversales" y requieren de la participación de varias administraciones.
Las peticiones del sector del automóvil han sido bien recibidad por el Ministerio de Industria, cuyo secretario general de Industria, Raül Blanco, indicó en una entrevista con Coche Global que "las medidas para la demanda están muy estudiadas. Hay que partir de un plan que cumpla con la neutralidad tecnológica e incentive la demanda. Hay experiencias anteriores que se pueden actualizar de una manera rápida, que dependerá de la disponibilidad presupuestaria. Veremos en las negociaciones de planes de reconstrucción general cómo se puede recoger eso".