La recta final de la negociación del ERE de cierre de Nissan ha empezado con un atasco. Cuando solo faltan dos reuniones planificadas antes de que finalice el periodo de consultas, el principal obstáculo que tapona el diálogo consiste en la exgencia de los sindicatos a la retirada del ERE y en la posición inflexible de Nissan en mantener el expediente.
Las dos partes han mantenido las espadas en alto en la reunión mantenida este jueves con la mediación del Departamento de Treball. La aparente cesión de la compañía con una prórroga de seis meses en la vida de la fábrica de Barcelona, pero no en los empleos, no ha servido para avanzar ya que las posiciones continúan siendo irreconciliables en el tema de la retirada del ERE.
Demanda sindical y de Administración
De hecho, esa retirada o pausa en el contador es una reclamación compartida entre los sindicatos que forman parte del comité de empresa y las administraciones, que también se han posicionado a favor de seguir negociando en busca de alternativas industriales sin la presión del ERE.
Los sindicatos han manifestado que, aunque la propuesta de la empresa puede dar seis meses más de vida a la planta, no aceptan la exigencia expresada por el negociador de la compañía, Frank Torres, de dejar las condiciones del ERE ya acordadas ahora. Con la propuesta de Nissan, la empresa podría empezar a despedir a los 2.525 empleados a partir del día 21 de diciembre de 2020, en vísperas de Navidad. En cambio, asegura que mantendría abierta la planta hasta junio de 2021 aunque sin asegurar cual sería la producción.
Amenazas mutuas
La multinacional ha reiterado la urgencia de avanzar en las negociaciones ante "la inminencia" del fin del periodo de consultas y ha manifestado su voluntad de colaborar activamente en la búsqueda de alternativas que puedan minimizar el impacto que el plan de transformación global de Nissan tiene para los centros de Cataluña, pero dentro del marco legal planteado. Es decir, acordando ahora el ERE.
Nissan ha apuntado que la oferta de indemnizaciones que hará la semana que viene tendrá en cuenta las edades de los empleados, agrupados en tres colectivos: los nacidos antes de 31 de diciembre de 1966; los nacidos entre enero de 1967 y diciembre de 1970, y el resto de empleados menores de 50 años.
Ante los pocos días para el final del periodo de consultas del ERE, las dos partes esgrimen qué puede pasar si no hay acuerdo. Los sindicatos trabajan ya en la denuncia del ERE en busca de una sentencia como la que anuló los despidos de Coca-Cola, mientras que la empresa alerta de que sería la peor situación posible y que llevaría adelante la ejecución del ERE dando a entender que pagaría la indemnización mínima.