La decisión del presidente de EEUU, Donald Trump, de imponer aranceles del 25% a las importaciones de Canadá y México, y de un 10% adicional a China ha sacudido la industria automovilística global, provocando caídas en bolsa, advertencias de paralización de la producción y amenazas de represalias por parte de los países afectados y de la Unión Europea.
La medida ha generado un clima de incertidumbre que pone en jaque a fabricantes y proveedores con operaciones en Norteamérica y extiende la sombra sobre Europa. Tras desencadenarse la tormenta, Trump dio marcha atrás y anunció negociaciones con México, Canadá y China, lo que suavizó la intensidad de la tempestad.
Caídas en los mercados
El anuncio de los nuevos aranceles tuvo un impacto inmediato en las bolsas, con caídas significativas en los principales fabricantes europeos. Stellantis llegó a perder un 6,8 % de su valor, mientras que Volkswagen cayó hasta un 5,6 %. Volvo, Mercedes-Benz, BMW y Porsche también registraron descensos de entre el 3,6 % y el 6,5 % durante la fase álgida de la tormenta. Sin embargo, tras el anuncio de negociaciones, las caídas se suavizaron al 4,5% en Stellantis, un 4,1% en Volkswagen, un 2,9% para Mercedes, un 2,39% para BMW y un 0,54% para Renault.
Al otro lado del Atlántico, las acciones de General Motors bajaron un 2,75%, las de Ford, un 1,3% y las de Tesla, un 5% poco antes del cierre de la sesión bursátil.
En Norteamérica, el sector del automóvil teme que los aranceles provoquen un colapso en la producción. Brian Kingston, presidente de la Asociación Canadiense de Fabricantes de Vehículos (CVMA), advirtió que la industria se enfrenta a "posibles parones en Canadá, México y EE.UU." debido al encarecimiento de las piezas y los materiales. Flavio Volpe, de la Asociación de Fabricantes de Partes del Automóvil (APMA), vaticina que "la producción de partes y vehículos en Norteamérica se detendrá en cuestión de días".
El impacto no será menor en EEUU, donde el estado de Michigan, epicentro de la industria automotriz, teme el "daño colateral" en su economía y una escalada en los precios de los vehículos. "Los consumidores sentirán el impacto con subidas de miles de dólares en el coste de los automóviles", alertó Kingston.
Europa prepara represalias
El canciller alemán, Olaf Scholz, advirtió este lunes que la UE responderá con medidas arancelarias si Trump mantiene su amenaza de extender los gravámenes a los productos europeos. "Debemos reaccionar con firmeza", aseguró antes de la cumbre informal de líderes europeos en Bruselas.
El presidente francés, Emmanuel Macron, se pronunció en la misma línea: "Si fuéramos atacados en los temas comerciales, Europa deberá hacerse respetar y reaccionar".
El temor a una guerra comercial entre EEUU y Europa crece, especialmente tras la imposición en octubre pasado de aranceles del 35,3 % a los vehículos eléctricos chinos por parte de la UE. La reactivación de tensiones con China, Canadá y México puede desestabilizar aún más el mercado global del automóvil, justo cuando la industria afronta desafíos como la transición eléctrica, la crisis de materias primas y la caída de la demanda en algunos mercados clave.
Impacto en los fabricantes globales
Empresas como General Motors, Ford y Stellantis son especialmente vulnerables a la nueva política arancelaria de EEUU, ya que una parte importante de su producción proviene de México y Canadá. Solo GM fabrica 845.000 vehículos en México para exportarlos a EEUU y Canadá, mientras que Ford produce más de 350.000 unidades en suelo mexicano. Volkswagen y Stellantis podrían perder hasta un 12% y un 40% de sus ingresos operativos en 2025, respectivamente.