El jueves tuvo lugar la inauguración del Salón Vive la Moto de Barcelona. Hasta aquí, ninguna sorpresa. Sin embargo, cuando la inauguración va a cargo del 'conseller' de Interior en lugar del responsable de industria, hay algo que falla. La presencia del responsable de los Mossos y del Servei Català de Trànsit es una anécdota que tiene un trasfondo doloroso para la economía y para miles de trabajadores. Pero, ¿a quién le importa la industria?
El sector de la motocicleta y el ciclomotor ha cambiado radicalmente en los últimos años. De potencia en la fabricación, España y, en especial, Cataluña han pasado a convertirse en un mercado más. La mermada industria de la moto catalana y española ha tenido una presencia simbólica en el Salón Vive la Moto de Barcelona.
Entre las pocas marcas que todavía fabrican aquí y que se pueden ver en el evento se encuentran Rieju y Montesa. No han acudido Silence, una nueva marca que fabrica ciclomotores eléctricos, ni Volta Motorbikes, fabricante de motos eléctricas de gran cilindrada, ni tampoco Torrot Gas Gas, que a última hora decidió no participar en el salón.
¿Nueva industria de la moto?
Entre los estands más grandes del evento destacan los de empresas que habían tenido las fábricas más grandes de España y que han ido cerrando en los últimos años como fichas de un dominó. Honda, Yamaha y Piaggio (último propietario de Derbi antes de cerrar la planta) bajaron la persiana a las grandes factorías en un mercado a la baja y en el que la Administración no se preocupaba mucho por retar esas plantas. Honda mantuvo la producción reducida de Montesa, Yamaha cedió sus naves a otra empresas para cambiar de actividad y Piaggio se replegó en Italia.
La nueva industria de la moto, muy enfocada a la electromovilidad, con la que los responsables de la Generalitat se suelen llenar la boca necesita algo más que buenas palabras. Necesita apoyo real, un tejido productivo y laboral apropiado y un mercado bien desarrollado y con potencial. Al lado del 'conseller' de Interior, el secretario general de Industria del Gobierno central, Raúl Blanco, estaba descolocado en la inauguración del Salón Vive la Moto. ¿O quizá el que estaba descolocado era el consejero?