Donald Trump tenía ganas de un baño de multitudes y optó por dárselo en un escenario muy propicio: las 500 millas de Daytona. Después de salir victorioso del proceso de 'impeachment', Donald Trump protagonizó una puesta en escena también triunfal en el histórico curcuito norteamericano. Llegó a bordo del Air Force One y recorrió la pista en el impresionante coche oficial The Beast. Pero no todo tuvo un aire triunfal ya que Trump se convirtió en gafe.
Después de sobrevolar las gradas a rebosar de seguidores del campeonato Nascar, Donald Trump entró en el circuito y, como si se tratara del 'safety car', encabezó una vuelta al circuito seguido de los coches de su escolta y con los bólidos que competían. Trump se convirtió en el segundo presidente de EEUU en darse ese baño de masas en Daytona después de George W. Bush.
La Bestia frente a un coche Nascar
En la retransmisión televisiva de la competición, se comparaban las características del Chevrolet la Bestia con las de un coche de Nascar: 5,4 metros de largo frente a 4,8; casi 10.000 kilos frente a menos de 1.600.
"Enciendan sus motores", proclamó Trump para dar la salida a las 500 millas de Daytona. Pero poco después de comenzar la carrera, tuvo que ser suspendida por la lluvia, algo que no se producía desde 2012.