Después de una fantástica pole para Sainz, con la pista sobre mojado, la carrera del domingo no empezó nada bien para el madrileño. Tampoco para su compañero. Pero, en esta ocasión, hubo una segunda oportunidad. Los chicos del Podcast Técnica Fórmula 1 analizan a fondo todo lo que ocurrió en la carrera del domingo en el GP de Gran Bretaña en este segundo episodio de la semana, donde habrá otro más, y en abierto, para todos los seguidores.
Malas salidas y rectificaciones
Carlos Sainz lo había dicho: sería difícil. Y ya en la salida, la carrera se mostró difícil para él. Verstappen, con blandos, pasó al de Ferrari, que montaba medios. Tampoco es que los sistemas de salida de Ferrari estén muy bien, pues Leclerc también era pasado, en este caso por Hamilton, que estuvo imperial en la carrera de casa.
Sin embargo, no fue eso lo más importante que ocurrió en la primera vuelta, sino que el problema ocurrió un poco más atrás: Gasly se tocó con Russell, que se fue contra Zhou, el cuál acabó volcado, con la torreta antivuelco arrancada y saltando por detrás de los neumáticos, hasta las vallas.
Afortunadamente, antes de que terminara la carrera, el equipo médico había dado el alta al piloto chino. Pero Albon, que había frenado al ver lo ocurrido, fue embestido por Vettel, que no lo pudo evitar, acabando contra el muro y teniendo que ser trasladado al hospital.
Hubo, entonces, una bandera roja - que duró casi una hora por lo difícil que fue extraer a Zhou del coche por la posición en la que quedó. Pero Sainz, antes de llegar a boxes, ya sabía que la carrera, al reiniciarse, volvería al orden de salida original, pues no se había dado ni una vuelta antes de la bandera roja.
Y es que, como se vio en Mónaco y como se vería más adelante en este GP, Sainz es capaz de leer una carrera desde el coche con un punto de vista estratégico que, está claro, está superando al del equipo de estrategia. Y además, se conoce el Reglamento al dedillo.
Para la segunda salida, tanto Sainz como su compañero decidieron mantener los medios. Un acierto, puesto que Verstappen también hizo ese cambio. Y la resalida no pudo ser más especacular, con una brutal defensa del de Ferrari contra los dos Red Bull. Fue entonces cuando Leclerc y Pérez se tocaron, provocando daños en el alerón del monegasco y con Pérez teniendo que pasar por boxes, lo que le relegó a la última posición.
Muchos cambios de guión
A partir de la vuelta 7 comenzaba la persecución de Verstappen a Sainz. El holandés era más rápido y Sainz podía verlo. Así, en la vuelta 10, el madrileño cometió un error que el de Red Bull aprovechó inmediatamente - luego contaría que los neumáticos no habían funcionado en esa parte de la carrera.
Sin embargo, en la vuelta 11 Sainz volvía a acercarse y en la 12 estaba delante de nuevo. Todo fue propiciado por un toque entre los dos AlphaTauri, que había dejado debris en pista. Estos restos se clavaron en fondo plano del Red Bull número 1 y le dejaron sin carga y sin velocidad y que llevó a Verstappen a entrar en boxes pensando que tenía un pinchazo.
Sainz, sin embargo, no rodaba rápido y en al vuelta 14 tenía a Leclerc a menos de un segundo. El equipo pedía al madrileño que tirase, pero no había forma. Hamilton acechaba a Leclerc, haciendo vuelta rápida tras vuelta rápida. Para evitar el undercut, Ferrari decidió meter Sainz y montar duros en su monoplaza. Leclerc quedaba fuera hasta el giro 25, donde entró y montó duros. Sainz era de nuevo 1º y tiró a muerte para evitar que los de Mercedes le hicieran un overcut.
Un coche de seguridad que vuelve a mezclar estrategias
En la vuelta 28 Leclerc volvía a estar a la zaga de Sainz, siendo más rápido. Y en la vuelta 31 llegaron las órdenes de equipo. Sainz dejó pasar a su compañero y, en la vuelta 33, Hamilton hizo su parada, pasando a duros. Todo estaba estabilizado, o eso parecía.
Fue entonces, en la vuelta 38, cuando Ocon tuvo problemas mecánicos y se quedó parado en pista, provocando la salida del safety car. Ahí llegó la polémica: pararon Sainz y Hamilton y montaron blandos. Leclerc se quedó en pista, con los duros, viejos. Pérez era cuarto y también paró para montar blandos.
La relanzada fue en la vuelta 43 y ahí llegaron los problemas: Leclerc, Sainz (quien había rechazado la orden de dejar “10 coches de margen con su compañero en la relanzada” porque sabía que Hamilton se lo iba a comer), Hamilton y Pérez se enzarzaron en una lucha sin cuartel, a la que se unió Alonso (y casi Norris) por si pescaban algo.
Sainz pasó a Leclerc en lucha real, y Pérez hizo lo propio con Hamilton. Y ambos, el de Red Bull y el de Mercedes, pasaron a Leclerc entre las vueltas 45 y 48, no sin que el monegasco nos deleitara con una soberbia defensa. Digna de mención la repasada de Leclerc a Hamilton en Copse con unas gomas mucho más viejas.
Una clasificación atípica para una carrera espectacular
La carrera, como ya hemos comentado, terminó con la victoria de Sainz, acompañado por Pérez y Hamilton en el podio, y con su compañero, muy enfadado, en 4ª posición. Alonso fue 5º, Norris 6º y Verstappen 7º, eso sí, muy luchado su puesto con Schumacher. Los dos Haas acabaron en puntos, 8º y 10º, y Vettel pudo ver la batalla de su pupilo con el vigente Campeón del Mundo desde una posición privilegiada: terminó 9º.
Esta semana volvemos a tener carrera, esta vez en Austria y, por vez primera en 3 años, será una carrera simple (en 2020 y 2021 hubo dobles carreras en el Red Bull Ring). Además, podremos disfrutar, una vez más, del nuevo formato de fin de semana, que sigue probándose: con clasificación tradicional el viernes y carrera al Sprint el sábado.