La edición número 90 del Salón del Automóvil de Ginebra será una revolución. Tendrá lugar en internet y redes sociales mediante la retransmisión en directo de las presentaciones de las marcas automovilísticos. No es algo pensado con antelación por los organizadores del evento, sino más bien una consecuencia de la rebelión de las marcas ante la imposición de una cancelación forzada por una medida cuestionable del Gobierno federal suizo. Con ocho casos de coronavirus importados, el Ejecutivo fue pionero en Europa al prohibir eventos de más de 1.000 personas,
Ante la desgracia que supone para las marcas que habían apostado por ir al salón tirar millones de euros a la basura, muchas de ellas han decidido seguir adelante con sus presentaciones de novedades con lo que han demostrado sómo se puede aprovechar un grave problema para convertirlo en una oportunidad de ensayar un nuevo formato de salón del automóvil.
Salones cuestionados
En los últimos años se ha producido un debate sobre la conveniencia de mantener los salones y con un número creciente de fabricantes que se cuestionaban una inversión tan cuantiosa o que habían tomado la decisión valiente de ausentarse. Pero a partir del lunes 2 de marzo podremos experimentar un nuevo salón digitalizado. La tentación para muchas marcas puede ser quedarse con el nuevo formato a partir de ahora, lo que supondría una estocada mortal para los salones del automóvil que intentan sobrevivir.
Internet permite llegar a un público amplio con un coste mucho más reducido que instalar un costoso estand, trasladar personal e invitar a cientos de periodistas. Sin embargo, internet no puede competir con la concentración de periodistas y público en un salón que pueden ver y sentarse en un nuevo modelo o en un prototipo.
Cancelación parcial del salón
El caso de Ginebra es diferente al del Mobile World Congress. Las empresas expositoras querían ir al Salón de Ginebra, por lo que no hubo la fuga de compañías que se produjo en la feria tecnológica de Barcelona. Teniendo en cuenta ese factor y la poca antelación de la cancelación (solo tres días antes del inicio), quizá hubiera sido interesante valorar una opción intermedia consistente en mantener los días de presentaciones destinadas a la prensa y cancelar el evento para el público. De esa manera, la temida aglomeración de público hubiera sido mucho más reducida y se hubiera podido mantener la principal razón de ser del salón que es la presentación de novedades a la prensa.
A partir del lunes nos vemos en el nuevo Salón (Digital) del Automóvil de Ginebra.