El Salón del Automóvil de Ginebra vuelve a abrir las puertas con una oferta muy potente para los tiempos que corren. Este año, los directivos de las principales marcas han optado por inundar sus estands con nuevos modelos que segmentan todavía más la oferta y por dar algo de glamour como si se tratara de una receta del antidepresivo Prozac combinado con una dosis de esperanza en un futuro por ahora incierto para el sector en Europa.

Los visitantes del salón no apreciarán ausencias significativas entre las marcas presentes en Ginebra porque todos casi todos los fabricantes han querido hacer de tripas corazón y presentar su cara más amable en esta cita europea del sector aunque en varios casos tengan en marcha dolorosas reestructuraciones o procesos de alianza o fusión para adaptar su tamaño a un mercado que sigue cayendo este año.

En este salón no se esperan novedades espectaculares de modelos superventas, sino más bien el trabajo fruto de los ingenieros y los diseñadores para exprimir al máximo los coches ya existentes con nuevas carrocerías o versiones. La máxima del sector ahora parece ser la de sacar el máximo provecho a las inversiones ya realizadas y extender la presencia de marca al máximo número de segmentos, subsegmentos o nichos de mercado.

El Seat León tres puertas es un ejemplo de ello. Es un coche que hasta ahora no existía y que forma parte del plan de la marca española de expandir su gama y poner el pie en más segmentos. En el salón se mostrarán varios derivados de utilitarios en versión SUV, como el Peugeot 2008, el Renault Captur, el Fiat 500L Trekking o el Ford EcoSport, que responden a la nueva filosofía empresarial del todos contra todos y en todos los segmentos. Arrieros somos y en el mercado nos encontraremos.

Junto a la nueva estrategia de intentar sacar todo el jugo a los modelos existentes, la gama superalta del mercado sí tendrá novedades importantes que aportarán la esperanza en un futuro que puede ser mejor, al menos para algunos. El ejemplo más claro es de McLaren, que presenta el superdeportito P1 de 903 caballos de potencia con un precio que supera el millón de euros.