Las gradas de la tribuna del circuito de Montmeló con abundantes zonas vacías daban una imagen nada buena del Gran Premio de Fórmula 1 de España. Incluso había palcos VIP vacíos y los accesos por carretera tuvieron pocas retenciones. La cifra de asistentes a la carrera del domingo confirmó lo que era evidente: el pinchazo de público del circuito de Montmeló en el momento más inoportuno, justo cuando se juega la continuidad de la Fórmula 1.
La carrera del domingo registró una afluencia de 87.511 aficionados, una cifra por debajo de los 91.896 personas de 2018 y muy alejada de las 122.591 de 2015. Contando el público de las sesiones de calificación y de los entrenamientos, el GP de España de Fórmula 1 de 2019 tuvo un total de 160.428 entradas al recinto, también por debajo de las 165.029 del año anterior y los 177.984 de 2017. La cifra global es la peor desde 1999.
Pitada de independentistas
El circuito de Montmeló ha ido perdiendo visitantes desde que consiguió el récord en 2007, con un podio formado por Felipe Massa, Lewis Hamilton y Fernando Alonso y 354.700 asistentes entre entrenamientos, clasificación y carrera.
Además, el GP de España que se disputa en Montmeló también sufre los efectos del conflicto independentista con una pitada al himno español que, aunque no fue tan sonora como la de 2018, se dejó notar también en 2019.
Con esa tarjeta de presentación poco halagüeña, los accionistas del circuito (Generalitat, RACC y Ayuntamiento de Montmeló) tienen que afrontar la fase final de la negociación de la continuidad de la Fórmula 1 con la multinacional norteamericana del entretenimiento Liberty Media con la complicación del abandono del Ayuntamiento de Barcelona como contribuyente del millonario contrato después de que trascendieran una salvedades del auditor de gastos en las cuentas de la sociedad Circuits de Catalunya.
Pérdidas de la sociedad Formula One
El presidente del Circuito de Cataluña, Vicenç Aguilera, reconocía el fin de semana que aunque la voluntad de los accionistas era al de renovar, "hay que encajar bastantes cosas" todavía con Liberty Media. Aguilera y Quim Torra agasajaron a Chase Carey, presidente de Formula One, sociedad que explota la competición propiedad de Liberty Media, durante la carrera del domingo. El presidente de la Generalitat justifica el desembolso millonario en el circuito en que "el país necesita seguir teniendo Fórmula 1" como un elemento indispensable para una instalación que genera un impacto económico directo de 340 millones de euros y crean 3.000 empleos.
Sin embargo, Chase Carey tiene sobre la mesa cuantiosas ofertas para acoger un gran premio de Fórmula 1 y parte de la necesidad de mejorar los resultados de la sociedad Formula One, que en 2018 tuvo unas pérdidas operativas de 68 millones de dólares.