Un histórico Mercedes-Benz W 196 R de 1954, con carrocería Streamliner, acaba de convertirse el segundo coche más caro de la historia al haber sido vendido en Stuttgart (Alemania) por 51,15 millones de euros, la segunda cifra más alta pagada nunca por un automóvil. El más caro fue también un Mercedes-Benz 1955 Mercedes-Benz 300 SLR de 1955 que se vendió en 2022 por 135 millones de euros pero en ese caso se trataba de una subasta con fines benéficos y ahora ha sido un particular el que se ha quedado con este histórico monoplaza,

Se trata de un coche de carreras con larga y brillante historia. El chasis 00009/54 es uno de los míticos Silver Arrows (Flecha de Plata) que dominaron los circuitos antes y después de la II Guerra Mundial. En concreto este fue pilotado por Juan Manuel Fangio y Stirling Moss. Fue uno de los 14 chasis que Mercedes- Benz construyó ese año y uno de los 10 que sobrevivió al final de la temporada de 1955 de F1 y uno de los cuatro con carrocería Streamliner (aerodinámica y con las ruedas cubiertas). Fue el coche con el que el argentino Juan Manuel Fangio se alzó con el Gran Permio de Buenos Aires de ese año y el alemán Stirling Moss, con la vuelta más rápida del Gran Premio de Fórmula Uno de Italia en el circuito de Monza.

Mercedes-Benz W 196 R de 1954

Expectación alta

La venta, organizada por la empresa especializada RM Sotheby’s en colaboración con Mercedes-Benz Heritage, se ha celebrado en el museo de la marca de la estrella en Stuttgart. Este coche había despertado un enorme interés entre los coleccionistas de todo el mundo que se puso de manifiesto en la intensa subasta con pujas por teléfono y presenciales.

Marcus Breitschwerdt, CEO de Mercedes-Benz Heritage, quien destacó la emoción de la subasta y felicito al “afortunado comprador”, puso de relieve que muy pocos Mercedes-Benz Silver Arrows están en manos de particulares. En cuanto al precio pagado por este modelo, Breitschwerdt considera que los Flecha de Plata “están entre los vehículos más emblemáticos jamás construidos. Son verdaderas estrellas brillantes en el firmamento de la historia del deporte del motor y la automoción”.

Un modelo muy buscado

El vehículo era desde 1965 propiedad de la fundación del Museo Indianápolis Motor Speedway, donde está también el Hall de la fama de la automoción. Tras la exitosa temporada de 1955 Mercedes-Benz lo guardó hasta que nueve años después lo donó al museo estadounidense. Desde entonces y durante casi seis décadas ha formado parte de su colección y ocasionalmente ha salido para participar en exposiciones temporales o exhibirse en concursos de elegancia, pero nunca compitió. Por ejemplo, se expuso en Amelia Island (Florida) en 1996 y 2020, en Pebble Beach (California) en 2024 y estuvo presente en la reapertura del Petersen Automotive Museum (los Ángeles) en diciembre de 2015 tras su remodelación. También participó en la exposición que este museo dedicó a Andy Warhol y el automóvil entre 2022 y 2023.

Joe Hale, presidente del Museo del Motor de Indianápolis, explicó que “la suma que se ha logrado hoy es una contribución para aumentar nuestra dotación y sostenibilidad a largo plazo, así como la restauración y expansión de nuestra colección”.