Lancia, la centenaria marca de automóviles italiana, cumple 115 años. Sinónimo de elegancia, Lancia está a punto de volver a todos los mercados europeos, de los que se replegó en 2017 para quedarse sólo en su país de origen, Italia, y con un único modelo, el Ypsilon. Para celebrar este aniversario, el presidente de la República italiana, Sergio Mattarela, ha cedido el impresionante patio del Palazzo del Quirinale, su residencia oficial en Roma, para conmemorar el cumpleaños de la marca y ha mostrado los elegantes Lancia Flaminia Presidenziale que guarda en su garaje, un modelo exclusivo que cumple 60 años. Se trata una limusina descapotable, embajadora de Italia en todo el mundo en los años 60 y 70 del siglo XX, cuando en el país estaba sumergido en la Dolce Vita.
El Lancia Flaminia, insignia de la elegancia y el glamur italianos, se pudo ver por primera vez en el Salón del Automóvil de Ginebra de 1957 donde sorprendió por el motor V6 de 2.5 litros, su elegante interior y los acabados de lujo. Flaminia hacía referencia a la antigua vía romana que comunicaba Roma con Rimini.
El coche del presidente
En 1961, el carrocero Pinin Farina creó la versión Presidenziale, destinada al primer mandatario del país. Se trata de un Flaminia convertible de batalla larga, al que se denominó 335, una cifra que indica la distancia entre ejes, 3,35 metros. Mide 5,46 metros de largo (frente a 4,85 la berlina) y 1,89 de ancho
Giovanni Gronchi fue el primer presidente que lo utilizó en la visita a Italia de la reina Isabel II de Inglaterra en 1960. En pocos meses se fabricaron cuatro unidades que, siguiendo la tradición, fueron bautizadas con nombres de caballos de pura sangre de las caballerizas del Quirinale: Belfiore, Belmonte, Belvedere y Belsito.
Belfiore, Belmonte y Belvedere tienen una carrocería descapotable con un techo de lona rígido y plegable, mientras que el último, Belsito, lleva con un techo de lona que no se puede abrir sobre el asiento del conductor. Pintados en el característico azul medianoche, todos están tapizados en cuero Connolly negro, llevan un intercomunicador con el conductor y en la parte posterior cinco plazas, un sofá corrido y dos asientos plegables. Se utilizaron con motivo de las visitas de importantes jefes de Estado como John Fitzgerald Kennedy, Charles De Gaulle y en las celebraciones del Centenario de la Unificación de Italia en 1961.
Hacia el siglo XXI
Ya en el siglo XXI, en 2001, fueron sometidos a una cuidadosa restauración y actualmente Belfiore y Belvedere están en los garajes del Quirinale y, de hecho, son los coches que utiliza en las grandes ocasiones el Jefe de Estado. Belsito está aparcado y se puede ver en el museo histórico de la Motorización Militar, en Roma, y Belmonte se exhibe desde 2001 en el Museo del Automóvil de Turín.
Luca Napolitano, CEO de la marca, destacó que “Lancia, que ha producido preciosos automóviles, resultado del ingenio creativo de muchos ingenieros y diseñadores, con un estilo atemporal y que se han convertido en verdaderos abanderados de Italia en todo el mundo. Y aprovechando esta gloriosa historia estamos preparados para afrontar nuestro plan decenal hacia una movilidad cada vez más sostenible”.
Lancia está preparando un plan de producto que le llevará a lanzar en 2024 un nuevo Ypsilon híbrido y eléctrico al que le seguirán dos nuevos modelos electrificados. Con Alfa Romeo y DS, Lancia forma parte del grupo de marcas premium de Stellantis.
Historia de éxitos e innovaciones
La historia de Lancia y su palmarés deportivo posiblemente han tenido mucho que ver en su continuidad y crecimiento. La fundaron en Turin en 1906 dos trabajadores de Fiat apasionados del automóvil y pilotos, Vincenzo Lancia y Claudio Fogolin. El primero era el famoso y le dio el nombre a la marca.
Fabricaron su primer modelo en 1908, el Lancia Alfa 12 CV, un vehículo poco convencional para la época con un chasis bajo y ligero, equipado con un eje de transmisión en lugar de cadenas, y que fue un éxito. Tras la Primera Guerra Mundial, lanzaron otros modelos como Lambda, Augusta o Aprilia, en los que destacaba su alta calidad. Después de la Segunda Guerra Mundial, en 1950 se presentó el Aurelia, el primer automóvil con un motor V6, que triunfó en varias competiciones y empujó a Gianni Lancia, hijo de Vincenzo, a fundar un departamento de carreras, Scuderia Lancia.
Ypsilon, superventas
En 1956, la marca se centra en los coches de alta gama y los más icónicos de la década de los 60 son el Flaminia y el Flavia, el primer coche italiano con motor y tracción delantera. En 1969 la marca se integró en el Grupo Fiat, aunque también la estadounidense Ford se había interesado en ella.
En los 70 se potencia el departamento deportivo que, con el Stratos o el Delta, dominó el mundo de los rallyes durante más de 20 años. Se hizo con 15 WRC, tres Campeonatos del Mundo de Constructores de Resistencia, que se suman a los anteriores triunfos: una Mille Migia, dos Targa Florio y una Carrera Panamericana.
Su modelo más longevo aún funciona con éxito en el mercado italiano. El pequeño y urbano Y10 se presentó en 1985 en el Salón del Automóvil de Ginebra y supuso una revolución en el concepto de coche urbano, elegante y sofisticado, que luego heredó el Fiat 500. El Ypsilon, del que ya se han lanzado cuatro generaciones y más de 35 series especiales, ha vendido más de tres millones de unidades y es líder en Italia en su segmento.