El Salón del Automóvil de París, que lucha por resistir y adaptarse a los nuevos tiempos en su edición número 90, ha constatado la debilidad de los fabricantes europeos frente a los nuevos competidores chinos, incluso en la nueva etapa con la subida de los aranceles. Los fabricantes franceses presentes en el Mondial de l'Automobile muestran su ofensiva de modelos eléctricos más asequibles, aunque todavía no pueden batir a los chinos. Esa debilidad europea frente a China amenaza con provocar el cierre de fabricas en la UE, según ha advertido Carlos Tavares, CEO de Stellantis.
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Los vehículos eléctricos mostrados por varias marcas chinas en la feria de París no tienen rivales todavía en Europa, aunque los nuevos modelos occidentales se acercan y reducen la ventaja de los competidores asiáticos. Curiosamente, uno de los coches eléctricos más baratos expuestos en el salón es el modelo T03 de Leapmotor, un utilitario que recuerda las formas del Fiat Panda y que ha llegado a Europa de la mano de Stellantis con un precio de 11.900 euros incluyendo la ayuda de 7.000 euros del Moves.
Uno de los pocos modelos que puede competir con el Leapmotor T03 es el Dacia Spring, el eléctrico compacto de la marca rumana de bajo coste del grupo Renault, un modelo que también se fabrica en China. Se vende por 17.890 euros al contado, que se quedan en 10.890 descontando la subvención del Moves.
Coches eléctricos chinos y europeos
Junto a esos modelos, los coches eléctricos europeos más asequibles en París son el nuevo Renault 5, que tendrá una versión por menos de 25.000 euros, y el Citroën e-C3 (desde 23.300 euros). Junto a ellos se pueden ver el nuevo R4, que se podría vender desde 30.000 euros, y el futuro Twingo, que llegará en 2026 por menos de 20.000 euros en la hoja de ruta diseñada por Luca de Meo para popularizar la nueva propulsión.
De momento, los ganadores de la dura pugna por la conquista del mercado eléctrico son, con el permiso de Tesla -la marca líder-, los fabricantes chinos, que están ganando cuota de mercado con rapidez. "Si los chinos se hacen con el 10% del mercado en Europa al término de su ofensiva, eso son 1,5 millones de coches. Equivale a siete plantas de montaje. Los constructores europeos tendrán que cerrarlas o venderlas a los chinos. De eso no habla nadie", advirtió Tavares. No dejó claro qué papel tiene la marca china Leapmotor que vende Stellantis en Europa.
Para el CEO de Stellantis, "el cierre de fronteras a los productos chinos es una trampa", porque "se saltarán las barreras invirtiendo en plantas en Europa" en parte con "subvenciones estatales" de su país "a bajo coste". "En ese momento, nadie tendrá que sorprenderse si hay que cerrar plantas para adaptar el sobrante de capacidad de producción que se habrá agravado", avisó.
Críticas a Macron por recortar ayudas
En cambio, el presidente francés, Emmanuel Macron, reiteró en el Salón de París su apoyo a a los aranceles, que fueron aprobados en la UE con un aprobado raspado. "Cuando los fabricantes reciben subvenciones de China, es normal que se apliquen aranceles para compensarlo. De lo contrario, no se juega con reglas equitativas", afirmó Macron.
Aunque el presidente francés se sumó a las peticiones del sector del automóvil para que la Unión Europea dé "apoyo y estabilidad" a la electrificación, Macron ha suscitado las críticas de la patronal de fabricantes de Francia por los constantes cambios en las ayudas a los compradores de coches eléctricos, que el Gobierno quiere recortar de nuevo.