En el segundo episodio de la semana, y previo al Gran Premio de Gran Bretaña 2020 de F1, el equipo del Podcast Técnica Fórmula 1 nos trae un montón de datos sobre el circuito de Silverstone, no sólo a nivel de configuración y frenos, sino también de su abrumadora historia.

Pero, pensando en los aficionados ávidos por ver más carreras (que este año estamos en franco déficit), lo primero es hablar de los horarios. Y es que este año y esta carrera varían un poco sobre lo habitual. Si hablamos de horario de Madrid, los primeros entrenamientos libres se disputarán el viernes, a las 12:00h; los segundos, a las 16:00h. El sábado disfrutaremos de los terceros libres de nuevo a las 12:00h. y de la clasificación a las 15:00h. El domingo, la carrera, como viene siendo habitual desde que Liberty tomó las riendas del deporte, se disputará las 15:10h. Eso significa que las sesiones del viernes se retrasan una hora, ambas, respecto del horario al que estamos acostumbrados. 

Un poco de historia

Silverstone se construyó en 1942, como un camino perimetral al autódromo de la RAF. Y en 1947 se celebró la primera carrera en la que se denominó a tal camino ya con el término de “circuito”. En mayo de 1950 Silverstone se convierte en el primer Gran Premio, sede de la ronda inaugural del Campeonato Mundial de Fórmula 1. Dicho Gran Premio lo ganaría Giuseppe Farina, quien luego lograría el título de ese año, al volante de su Alfa Romeo 158.

A lo largo de su historia, la configuración del circuito ha ido cambiando, pero siempre ha mantenido su condición esencial de ser una de las pistas más rápidas del calendario, y así como de presentar algunos de los mayores desafíos a los pilotos, gracias, entre otras cosas, a las famosas curvas de Maggotts, Becketts y Abbey.

Los frenos, clave en Silverstone

En esta pista abundan las curvas veloces - tanto que en 10 de ellas los monoplazas no hacen uso de los frenos. Tan sólo tiene un par de frenadas duras, ambas debidas a los cambios de configuración de los últimos años. Los técnicos de la marca Brembo califican esta pista con una dificultad muy baja (nivel 2 de 5) para los frenos pero, debido a las bajas energías presentes, si lloviera o las temperaturas cayeran radicalmente, se podría producir vitrificación - glazing - en los frenos. Si el material de carbono de los discos se enfría excesivamente, no garantizará la fricción necesaria para efectuar las frenadas a las que los pilotos están acostumbrados.

En cada vuelta, los frenos se usan 7 veces, durante un total de 12,7 segundos por vuelta, es decir, un 12% de la duración de la carrera. La energía disipada en el frenado en esta carrera es muy modesta en comparación con otras pistas: la mitad que en Baku o en Mónaco. De las 7 frenadas que se viven en Silverstone, 2 se clasifican como arduas para los frenos, 1 de dificultad media y 4 ligeras.

Finalmente, si hablamos de predicciones meteorológicas, y pensando que aún queda casi una semana para la carrera, vemos que no se espera lluvia en todo el fin de semana. Esperemos, a pesar de ello, vivir una gran carrera, llena de acción y, si es posible, adelantamientos.