Los trabajadores de la fábrica de Ford de Almussafes tendrán fiesta la semana del 8 al 12 de octubre. Pero tendrán que devolver a la empresa dos días de trabajo más adelante debido a la imposición que ha hecho la compañía de la flexibilidad interna. La dirección de Ford se mantuvo inflexible en su posición de que la paralización de la factoría de Valencia durante los días 10 y 11 de octubre la paguen los empleados. La empresa anunció que aplicará la bolsa de horas de flexibilidad para hacer frente a picos o caídas de producción a pesar del rechazo de los sindicatos.
Una semana entera de parón en Ford Almussafes
Por tanto, las horas de esas dos jornadas de trabajo tendrán que ser devueltas por la plantilla cuando la fábrica necesite programar días adicionales de fabricación. Además de los días de no producción del 10 y 11 de octubre, la planta valenciana de Ford también parará el lunes día 8 y los festivos del 9 de octubre en Valencia y del 12 de octubre en toda España. El resultado será una semana entera de parón. El sindicato UGT ha manifestado su rechazo a la imposición de las dos jornadas a cuenta de la flexibilidad interna al considerar que el motivo no se ajusta a lo previsto en el convenio para justificar su utilización. "Consideramos una provocación de la empresa dejar los días pendientes de recuperación. Llegado el momento, tomaremos las medidas que consideremos oportunas", afirma el sindicato en un comunicado enviado a la plantilla.
A la espera del anuncio de la reestructuración de Ford
La propuesta sindical era que los dos días de parón en disputa fueran a cargo de la jornada industrial, un mecanismo que tiene la dirección de la empresa para aumentar o disminuir las horas de producción de forma individual o colectiva y cuyo coste asume la compañía. El sindicato considera que no existen argumentos de peso para paralizar la actividad productiva durante toda la semana ya que no existe una escasez de piezas o de motores como sufren otras factorías del sector. Se trata más bien de una parada "preventiva" que coincide con una reunión de la dirección de Ford con los sindicatos para anunciar un plan de reestructuración ante las pérdidas de la marca en Europa.