La boda real entre el príncipe Enrique de Inglaterra y la actriz norteamericana Meghan Markle se ha convertido en espectáculo televisivo en el que no ha faltado la carroza y un desfile de limusinas. Ha sido una exhibición del poderío que tenía anteriormente la industria automovilística del Reino Unido y de la que poseen en la actualidad los fabricantes de vehículos alemanes.
La novia llegó a la capilla de Windsor en la que contrajo matrimonio a bordo de una vehículo clásico y una de las joyas de la Corona británica: un Rolls Royce Royal Phantom de 1950 con una larga trayectoria en otros enlaces reales y ceremonias. Pero el novio llegó al castillo de Windsor en una limusina diferente y mucho más moderna, una furgoneta Mercedes Clase V fabricada en Vitoria por la marca alemana.
The Duke and Duchess of Sussex depart Windsor Castle for a reception hosted by The Prince of Wales at Frogmore House, in a silver blue Jaguar E-Type Concept Zero. This vehicle was originally manufactured in 1968, and has since been converted to electric power #RoyalWedding pic.twitter.com/hRrxEUlFlJ
— Kensington Palace (@KensingtonRoyal) May 19, 2018
Sin embargo, muchos apuntan a que el momento más glamuroso de la boda se produjo el día antes, cuando la pareja de novios acudió a una recepción en un flamante Jaguar E-Type de 1968 reconvertido en un turismo eléctrico. Al estilo de James Bond. Jaguar fue vendida en 2008 por Ford al grupo indio Tata.
Marcas británicas en manos de BMW y Volkswagen
La furgoneta Mercedes es solo una muestra de la presencia alemana en la boda real británica. En las últimas décadas, las marcas emblemáticas de la industria de automoción del Reino Unido han sido absorbidas por grupos alemanes. Rolls Royce forma parte de BMW, mientras que Bentley es propiedad de Volkswagen. En el séquito que seguía la carroza de los recién casados, la reina viajaba en un Bentley State Limusina adaptado y reforzado contra ataques con armad de fuego o explosivos.
De hecho, los miembros de la familia real británica tienen en su amplio parque de automóviles algunos de las marcas alemanas Audi y Mercedes. La boda del príncipe Enrique y Meghan Markle ha sido un reflejo de los nuevos tiempos de la Corona británica y de la industria de automoción del país.