La consejera delegada de General Motors, Mary Barra, ha explicado a sus directivos que la venta de Opel a PSA (Peugeot Citroën) tiene que aportar beneficios al comprador y al vendedor. Pero la operación tendrá ganadores y perdedores. ¿Qué papel le tocará a los 13.000 empleados afectados en España? La noticia confirmada por las dos partes de que existe una negociación en marcha para que PSA compre Opel ha sido recibida con inquietud por los trabajadores afectados, tanto en la sede central de la filial de GM en Alemania como en España.
Críticas de la prensa alemana
La prensa alemana se ha mostrado crítica con la operación destacando que supone riesgos para la marca centenaria nacida en Alemania y para los centros de producción y diseño de Opel en el país, en los que trabajan 19.000 empleados. El diario Suddeutsche Zeitung titula con la "amenaza" para Opel. Para Handesblatt, el cambio de propietario de Opel supondría "un gran derramamiento de sangre" en Alemania y especialmente en la sede central de Russelsheim. El diario Bild Zeitung se pregunta si peligran miles de empleos. En el fondo, las preocupaciones de la prensa alemana responden a la situación delicada que arrastra Opel desde hace años con pérdidas abultadas que se han ido reduciendo pero que no acaban de desaparecer. Esas pérdidas de una marca con un volumen moderado de 1,2 millones de vehículos vendidos principalmente en Europa, un mercado muy maduro en el que la aspiración es pelarse por unas décimas de cuota de mercado, son probablemente la causa de que General Motors haya perdido la paciencia y quiera pasar página con Opel y cambiar su estrategia en Europa. Si se confirma el relevo de los americanos por los franceses, Opel se integraría en un grupo con una fuerte implantación en Europa que causaría probablemente solapamientos en fábricas y oficinas separadas por unos cientos de kilómetros. Es un efecto al que no están acostumbrados en Alemania, un país en el que se encuentran los cuarteles generales de los fabricantes locales. Incluso Opel cuenta con una estructura de sede a pesar de estar integrada en GM.
Riesgos y oportunidades en EspañaI
En España ya estamos muy acostumbrados a lidiar con grupos extranjeros. Sin embargo, la complicación para los 13.000 empleados de España puede venir por un exceso de capacidad instalada. De las tres fábricas de PSA en Vigo y Madrid y la de GM en Figueruelas, la más pequeña y con menos utilización en estos momentos es la madrileña en la que se produce el Citroën C4 Cactus. Podría ser la más vulnerable si PSA-Opel quiere amortizar líneas de producción. Pero quizá no. En el anterior gran ajuste que hizo Opel, la principal damnificada fue Alemania, con el cierre de la planta de Bochum. En ese momento, Figueruelas cedió parte de su producción del Corsa para salvar empleos en Alemania. La comparación de los costes de producción entre Alemania, Francia y España juega a favor de Vigo, Figueruelas y también de Madrid, que podría recibir más volumen para rentabilizar las instalaciones. El principal riesgo para los 13.000 empleados de PSA y GM en España puede ser el factor político si el grupo francés se ve en la necesidad de compensar a Alemania.