El 'dieselgate' de Volkswagen es un escándalo por el engaño de la multinacional y por la respuesta entregada de las administraciones implicadas. Ha tenido que ser la Comisión Europea quien destape el escándalo vergonzoso que supone que los gobiernos de España y otros seis países no hayan sancionado a Volkswagen por burlar sus normas de homologación de coches. Pero que tire la primera piedra quien esté libre de la sombra del poder de las multinacionales como Volkswagen. Un año y tres meses después de que la autoridad medioambiental de Estados Unidos desvelara las trampas de Volkswagen con los motores diésel y sus burdos intentos por tapar los efectos del 'software' que enmascaraba las emisiones de gases por encima de los límites permitidos, la comisaria de Mercado Interior, Industria y Empresas, Elżbieta Bieńkowska, ha anunciado la apertura de expedientes a siete países por no hacer nada ante la confesión de Volkswagen de que había infringido las leyes. Pasividad de Soria Los hechos, tanto lo que hizo Volkswagen como lo que no han hecho los gobiernos, son de de una gran gravedad. Desde este blog ya había denunciado en varias ocasiones la pasividad de las administraciones ante el flagrante fraude de la compañía alemana en su afán por conquistar el número uno mundial del automóvil con unas ganancias récord.
El Ministerio de Industria, encabezado cuando al anterior presidente de Volkswagen Martin Winterkorn le estalló el 'dieselgate' por José Manuel Soria, reaccionó tarde, a remolque de otros países más activos como Alemania y finalmente no ha aplicado ninguna sanción a la filial Seat escudándose en el argumento jurídico de que la investigación abierta en la Audiencia Nacional se lo impide. La Comisión Europea parece que no da por bueno ese argumento y sigue exigiendo al Gobierno español una sanción administrativa a Volkswagen. La exigencia de Bruselas también se podría aplicar sobre las gobiernos autonómicos, que tienen competencia en materia de consumo y que tampoco han hecho nada en respuesta al fraude a los consumidores. El 'dieselgate' europeo se va acercando al de EEUU Eso lo dice la misma Comisión Europea que ha suavizado y retrasado las nuevas normativas de reducción de contaminación de los vehículos por la presión del lobi de fabricantes de automóviles. A pesar del intento de Volkswagen de distanciarse en Europa de las indemnizaciones millonarias que ha asumido por ahora en Estados Unidos, el 'dieselgate' se la va complicando cada vez más en los reguladores, los jueces y los consumidores europeos.